HEMBRA ALFA

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Las horas fueron pasando, ambas omegas regresaron a la gran sala, una de ellas se encargó de cuidar a Alex, Jade no volvió a la habitación más en todo ese día, sin embargo estaba al tanto de la información que sus empleados tenían la tarea de darle, pasaron en total 3 días más después del celo y el omega seguía tan dormido que casi parecía como si hubiese caído en un sueño eterno.

Jade se preocupó rápidamente busco al mejor especialista que hubiera en la ciudad sobre omegas, identifico a una, agendo rápidamente una cita, la doctora curiosamente beta la recibió, era algo raro ver a tan importante mujer en su sala siendo específicamente que era una alfa.

— Iré directo al grano doctora, tengo un omega dominante en el que ambos pasamos el celo juntos, y él todavía no despierta...

— Oh... no se preocupe es normal ya que ambos lo pasaron juntos, el ciclo fue muy intenso para ambos y el cuerpo del omega se sobre exigió lo probable es que despierte al cuarto o quinto día —La doctora empezó a escribir en su libreta — Le daré solo una pastilla para el agotamiento, el celo en los omegas dominantes es muy intenso de hecho algunos pierden la consciencia de sí mismos, quizás cuando despierte se encuentre muy asustado así que también le recetaré algunos calmantes.

— Y... puedo saber anticipadamente si quedó encinta — Cuestionó Jade.

— Lo notará al segundo mes o la sexta-octava semana — le sonrió la doctora — El Omega empezará a interesarse más por usted.

Jade no reacciono pero si se sorprendió por tales afirmaciones, el omega ¿interesarse en ella? como si importará, salió del consultorio y compro las pastillas recetadas por la doctora.

Llegó el cuarto día y por el fin en la mañana del quinto Alex despertó de su ensoñación, sentía apenas recordaba todo lo que pasó con la Alfa, pero esas vagas imágenes fueron suficientes para que sus mejillas se pusieran coloradas. Lo habían hecho tan intensamente, las otras omegas en la habitación se dieron cuenta de la situación, Alex sentía una especie de vergüenza y miedo se refugió en sus sabanas, tenía cubierto todo su cuerpo hasta su rostro.

Raquel espero un momento a que se calmase, se acercó lentamente y le susurro un suave "todo estará bien", Alex poco a poco se descubrió y abrazó fuertemente a la omega.

— ¿todavía tengo su olor? —preguntó de repente.

—Eso es lo de menos pequeño, ya paso todo ahora solo enfócate en ti, te dejaron estos medicamentos para que los tomes.

Alex intento levantarse de aquella cama, entonces se dio cuenta del dolor en sus caderas, se acercó lentamente a la mesilla y tomo las píldoras dejadas, conforme pasó el tiempo su dolor disminuyo y su ansiedad se calmó. Para olvidar de sus preocupaciones se acercó a Raquel y le empezó ayudar con su bebé.

Así fueron pasando cuatro semanas y no hubo ninguna visita de Jade al harem, sin embargo los empleados siempre llevaban los alimentos y utilidades que necesitaban en esa gran habitación, la Alfa tenía en mente que era mejor volver en seis semanas para comprobar si el chico había quedado en cinta, sin embargo antes de ocurrir aquello había recibido una visita no deseada.