Capítulo 9: Enfrentamiento

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Docenas de Metal Cooler peleaban mano a mano contra patrulleros novatos por toda la plaza central de la ciudad, al medio se encontraba la estrella Biget que había absorbido todas las ráfagas de ki que los defensores de Conton lanzaron cuando viero...

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Docenas de Metal Cooler peleaban mano a mano contra patrulleros novatos por toda la plaza central de la ciudad, al medio se encontraba la estrella Biget que había absorbido todas las ráfagas de ki que los defensores de Conton lanzaron cuando vieron acercarse al ejército de Cell Jr. que yacía hecho pedazos por el suelo. Explosiones detonaron con fuerza por el centro de la ciudad mientras penachos de polvo y roca se lanzaban varios metros al aire.

-¡Son demasiados! ¡No vamos a lograrlo! – gritó un majin atrapado en un agarre con una de las copias de Cooler. – ¡No retrocedan! – gritó Pinner entre las filas de patrulleros que trataban de mantener desesperadamente a raya al enemigo –La ayuda ya viene – completó. De repente todos los patrulleros en la zona sintieron un ki familiar acercarse, pasó como un rayo por encima de sus cabezas chocando contra el suelo en donde estaban varios Metal Cooler que salieron volando en pedazos – ¡Nephele! – gritaron algunas voces.

Nephele levantó el cráneo roto del Metal Cooler sobre el que había aterrizado y lo destrozó apretando el puño – Largo de mi ciudad – dijo mientras se lanzaba a toda velocidad golpeando y pateando a los robots que sencillamente se partían en pedazos ante cada ataque, algunos lograban regenerarse, pero otros sufrían tanto daño que se apagaban.

La azulada majin se había internado bastante en el ejército de robots que crecía a cada momento, estos aprovecharon y comenzaron a lanzar su temido rayo de la muerte, un haz de luz violeta súper cargado que se abría paso entre carne y metal por ig...

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La azulada majin se había internado bastante en el ejército de robots que crecía a cada momento, estos aprovecharon y comenzaron a lanzar su temido rayo de la muerte, un haz de luz violeta súper cargado que se abría paso entre carne y metal por igual, Nephele trataba de esquivar lo mejor que podía, pero eran demasiados; algunos rayos le alcanzaron parte de la ropa, otros rasgaron su piel, cuando por fin alcanzó el centro de la masa se detuvo y estalló su ki en una gran bola de fuego que incineró a decenas de robots.

Al disiparse el humo dejó ver muchos cuerpos metálicos derribados, pero eran más los que seguían de pie. Nephele trataba de tomar aire para un segundo asalto cuando una figura pasó a su lado – ¡Odeda! - gritó al ver a una majin clavar su pie fuertemente en el pecho de un Metal Cooler – Debes dejar de intentar todo por tu cuenta – le respondió la majin de piel rosa mientras lanzaba un kamehameha que destruyó más robots. Nephele sonrió y voló hacia su compañera – Te preocupas demasiado – le dio un pequeño beso en la boca – Estos abrelatas son pan comido para mí - Odeda se sonrojo y por un momento su ráfaga ki se desvió golpeando un edificio de la ciudad.

Majin FuryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora