꧁Capitulo 3: Te encontré꧂

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La celeste y blanco se quedó maravillada con las luces y la música que rodeaba a todos los presentes en el lugar. El ambiente era extremadamente acalorado. La fiesta del estadounidense había comenzado hace rato, quizás unos treinta minutos, y gran parte de los países que estaban allí estaban ebrios o bailando. Todos estaban alocados, llegaba a causar emoción y ganas de unirse a la diversión. El ruido te ensordecía, las luces de colores te cegaban, el aroma a cigarro era fuerte. Tina observó a su mejor amiga, Chile, quien sonreía con gran emoción. Por otro lado, México mostraba incomodidad al ver tantos países ebrios y posiblemente drogados. Estaba claro que el mexicano no se alejaría de sus amigos y tendría como prioridad cuidar de las jóvenes latinas, a quienes consideraba como hermanas. 

Pero fue entonces que Tina sintió su mano ser tomada por cierta chilena y pronto se encontraba entre toda esa multitud. 

¡Vamos, Tina! ¡Esto es una locura!

¡Chile, aguanta! 

¡Wey, no nos dejen aquí! —Dijo México a todo pulmón cuando vio a sus amigas irse entre la multitud, quedando él junto con los hermanos de la argento. Solos. 

Y bue, se prendió esta mierda. Veni, bro, acompáñame a fumar. ~  —México no creía lo que acababa de escuchar por parte de Uruguay.

Paraguay no fuma pero irá contigo. 

¡¿Qué?! ¡No me dejen so...  Ah, ya se fueron. Chale. 

México se encontraba en una incógnita. Su grupo se había separado, estaba solo entre tantos países. Conocía a unos cuantos pero su principal objetivo esa noche era cuidar a sus amigas. Suspiró y buscó su teléfono celular para llamar al dueño de aquella fiesta con la intención de hacerle saber que habían llegado. Po mientras, buscaría a la chilena y a la argento. 

Por otro lado, la joven argento era tomada de las manos por su mejor amiga mientras bailaban entre países que no conocían y otros que lograban reconocer por poco. Ambas se soltaron y empezaron a elevar sus brazos mientras sonreían y se movían al ritmo de la música. Había pasado tanto tiempo desde que Tina estuvo en una fiesta, empezaba a divertirse y dejarse llevar por la emoción del momento hasta que chocó con alguien que reconoció al instante de escuchar su voz. 

Oh, Tina. ¡Que sorpresa verte por aquí! —Alemania. Aquel país europeo se hacia ver frente al par de jóvenes países latinas. La argento no pudo evitar sonreír y abrazar con fuerza a uno de sus mejores amigos. 

—  ¡Ale! ¡Chabon, que loco verte acá! — El abrazo fue inmediatamente correspondido. Habían pasado dos meses desde la última vez que se vieron y su encuentro en la reunión de ONU fue un alivio para sus corazones pero volver a verse, estando en una fiesta, era mucho mejor—  ¿Cómo estás? ¿Todo bien? 

—  Estoy bien, meine leibe. ¿Y tú? Veo que te diviert...

—  Ejem. ~ — El alemán había sido interrumpido por Chile, quien llamó la atención de aquel par al sentir su presencia ligeramente ignorada. Latina y europeo dejaron de abrazarse para que próximamente Alemania tomara la mano de la chica de parche y la estrechara—  Weon, hasta que me viste. ¿La belleza de mi wawa te distrajo? 

—  Oh, jaja. Lo siento por eso. — Si hay que ser sinceros, Alemania era capaz de responder con un honesto "si" a la pregunta de su contraria. 

H O P E [Usarg] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora