꧁Capitulo 12: Conflicto꧂

530 50 22
                                    

¡Vete a la mierda, estúpido gringo!

¡Fuck you, terrorista! 

Lo que estaban presenciando los tenía realmente preocupados. Argentina debió imaginar que algo así podría suceder al permitir a tantos países entrar a la fiesta. Ahora, el estadounidense y la pareja de su mejor amigo venezolano, Siria, estaban matándose a golpes. A su al rededor, los países de diferentes continentes observaban esto, mientras que otros intentaban separarlos. Esos eran Venezuela, Rusia y México pero, por lo visto, no lograban hacerlo. Además de que Rusia se había sumado a la idea de golpear a USA. La argento no evitó mirar al canadiense con suma preocupación y entonces, éste último comprendió lo que ella quería hacer.

Necesitaban separarlos. 

¡Brother! ¡Stop! 

¡USA! ¡Siria, ya basta! ¡Rusia, vos tampoco ayudas!

Mientras que Canadá se posicionaba detrás de Estados Unidos para tomar uno de sus brazos, México de igual forma le ayudaba tomando el otro brazo libre de su vecino norteamericano. Por otro lado, Tina se había colocado en medio de los dos países que peleaban para intentar calmar al sirio, quien tenía a Venezuela detrás suyo sosteniéndole y, hasta hace unos momentos, a Rusia pero éste último se había acercado a la celeste y blanco para decirle que se alejara. Incluso, al verlos a ellos dos ayudar, Brasil junto con otros países latinos decidieron acercarse y sostener a la pareja del venezolano, quien seguía insistiendo en liberarse. Argentina se encargaba de calmar al euroasiático. 

¡¿Se pueden calmar, la puta que los pario?! —Gritó ella, con cierto nerviosismo y hasta un enojo pronunciado. Sus palabras lograron que tanto USA como Siria y Rusia se detuvieran, fijando sus miradas en ella— ¿Qué mierda les pasa por sus cabezas para agarrarse a las piñas en plena joda? 

¡Él comenzó! —Contestó el de dos estrellas— ¡Nunca debió venir aquí! ¡¿Quién lo invitó?! 

— ¡FUCK YOU, SIRIA! ¡No necesito que nadie me invite para venir a romperte la cara! 

¡USA, CERRA EL ORTO! —Los comentarios del estadounidense no ayudaban a la situación. Éste último se mantuvo en silencio pero no porque ella se lo "pidiera tan amablemente", sino porque ya le dolía el labio de lo lastimado que estaba. Por otro lado, la argento pensó en la pregunta hecha por la pareja de su amigo. Desgraciadamente, sabía la respuesta— ...Fui yo. 

 لما؟ (¿Qué?)

— ты шутишь, да? (Bromeas, ¿Verdad?

Un abrumador silencio se formó entre ellos. Incluso los demás espectadores, de igual forma, se mantenían en silencio con la sola intención de escuchar la discusión entre países latinos y norteamericanos. No querían perderse ni una sola palabra. 

¿Tina? —El silencio fue roto. Ahora el que hablaba era Venezuela, quien se colocó frente a su pareja, acercándose a la argento. 

Yo dejé que pasaran. —Se sentía horrible la manera en que el venezolano la estaba mirando. Agachó la cabeza con cierta pena— Yo estaba a cargo de cuidar la puerta. 

No es su culpa. —Esperen, otra voz se había sumado a la conversación. Era Alemania, quien salió de entre la multitud para colocarse a un lado de la joven portadora de sol y tomar sus hombros con delicadeza— Literalmente todos vimos la invitación en redes sociales y ella sola no puede hacerse cargo de cada país que ha venido a esta fiesta. 

Pero ella sabía que Siria estaba aquí. —Tina levantó la mirada hacia el venezolano— Agh... Mierda, no puedo enojarme contigo. No es tu culpa que el gringo ese sea un idiota. 

¿Qué has dicho de mi, maldito latino? 

Y lo dijo. Había usado ese insulto que se consideraba tan racista en un momento lleno de tensión, lo cual no ayudaba para nada. Canadá observó a su hermano con cierta decepción impregnada en sus ojos. Los demás países soltaron un fuerte "oh" ante el comentario de USA, quien ya se había soltado del agarre de México y su hermano menor. Ahora, de una manera peligrosa, se acercaba hasta donde estaban Siria y Venezuela junto con los demás latinoamericanos pero no esperó que nuestra querida argento se alejara del alemán para colocarse frente a frente de él, deteniendo sus pasos. 

What do you want? (¿Qué quieres?) 

Cálmate un toque y déjate de pelotudeces. No quiero más peleas. 

No eres nadie para pedirme que me calme, preciosa. —Un momento, ¿Cómo le había llamado? ¿Le dijo que no era "nadie"? Argentina se ofendió. Aunque tampoco gustó de escuchar ese apodo "cariñoso". 

Se nota que no has cambiado nada y seguís siendo el mismo pelotudo de siempre. —Nuevamente lograron escuchar otro "oh" por parte de los presentes allí. La argento se mantenía cruzada de brazos, claramente enojada por la actitud que estaba teniendo Estados Unidos pero jamás hubiera esperado la respuesta que él le daría a continuación. 

Eso solo causaría más problemas. 

Oh, really? (¿En serio?) —De repente, había tomado más cercanía que antes, provocando que Tina tuviera que retroceder dos pasos pero, a pesar de eso, logró escuchar a la perfección las palabras de USA— Si vas a pedirme algo, agáchate y podría considerar cumplir tu petición. 

¡Paf!
El sonido de un fuerte golpe se había escuchado en todo el maldito lugar. Muchos estaban sorprendidos, otros no sabían lo que había ocurrido o cómo reaccionar al respecto, mientras que Argentina... Le había dado una bofetada al estadounidense. 

H O P E [Usarg] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora