꧁Capitulo 10: ¿Puedes sentirme cerca? ꧂

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Lo que comenzó como una pequeña reunión de países latinos por el cumpleaños de uno de sus amigos, se había convertido en una fiesta llena de países de otros continentes; ebrios y que bailaban como si no hubiera un mañana. La música resonaba por todo el lugar, luces de colores rodeaban a los presentes, el aroma a cigarro inundaba sus fosas nasales y claro que no podía faltar el alcohol. ¡Todos se estaban divirtiendo! Excepto cierto venezolano que observaba el descontrol que había dentro de su hogar, teniendo a una joven de cabellos albinos a su lado, quien sonreía con burla por el rostro que tenía su mejor amigo.

 Son muchos...

— ¿Te gusta? —Venezuela le dirigió la mirada, demostrando en la mueca que había hecho que no estaba contento con lo que veía— Fue idea de Ecuador.

— Ese marica me las va a pagar. —Tina quiso reír por tan solo un momento— Bien, no hay nada que se le pueda hacer. ¿Y mi bebida?

 ¡Ese es el Venezuela fiestero que conozco!

Cuando terminó de hablar, la latina de nacionalidad argentina no tardó en tomar del brazo a su contrario para llevarlo hacia la cocina en donde podría servirle uno de muchos tragos que algunos países estaban realizando allí. Lo que no sabía es que un joven norteamericano de lentes oscuros que, casualmente estaba por allí, no la perdió de vista. Éste último dio un sorbo a su lata de cerveza, teniendo a su hermano menor a un lado. Se mantenían apartados del resto de invitados.

— Hey, brother. (Hey, hermano).

— What? (¿Qué?)

— ¿No deberíamos hablar con los invitados? —Lo había dicho con ciertos nervios, notaba al estadounidense de mal humor y la mirada que le había dedicado al bajar sus lentes de sol, lo demostraba— Haha, you know (tú sabes)... Socializar.

 ¿Socializar? —USA lo pensó un momento. Podría utilizar aquello como excusa para poder observar más de cerca a la portadora de sol. Si, era una buena idea— Ok. Comenzaré por la cocina.

Te acompañ... —Ni siquiera pudo terminar de hablar cuando su hermano dio una respuesta más rápida.

 Iré solo.

Y así se marchó de su lado, dejando a Canadá sólo junto a su bebida. Él, en respuesta, solo pudo suspirar con resignación. Era su turno de socializar.

Por mientras, la celeste y blanco había llegado junto con Venezuela a su destino. Tina planeaba buscar alguna bebida alcohólica, como una fría lata de cerveza, que pudiera darle a su amigo y no alguno de esos "extraños" tragos que estaban haciendo los países asiáticos que habían asistido a la fiesta. Aunque, por su parte, ella prefería un buen vaso de coca con fernet pero la botella que había llevado desapareció. Eso la tenía frustrada y levemente molesta. Después de todo, le había costado mucho dinero comprar una de esas. 

— ¡Tina! —Una femenina voz había llamado a su nombre, logrando captar su atención y que volteara a ver hacia quien la había llamado una vez que llegó al lugar. Desde el marco de la puerta pudo ver que alguien levantaba su mano para que notara su presencia y allí lo vio.

— ¡Chile! —Su mejor amiga también estaba allí. Junto con el de estrellas, se acercaron hasta donde estaba la joven chilena teniendo que pasar entre algunos países para llegar a su lado y cuando lo lograron, no dudó un segundo en abrazarla con suma fuerza— Nena, me dejaste re sola en la puerta recibiendo a los invitados.

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