Después de aquella pelea, todo el mundo volvió a sus asuntos. Canadá, por su lado, estaba demasiado preocupado por USA y quería hablar con él pero éste último se había encerrado en un cuarto del hotel donde había planeado pasar la noche. Por más que golpeaba la puerta, era completamente ignorado. Por otro lado, teníamos a Tina, la cual se sentía culpable por los acontecimientos anteriores en la fiesta y ahora estaba alejada de la pista de baile, en el balcón de aquel mismo piso; sola y bebiendo de una lata de cerveza. Observaba el cielo estrellado de la noche, pensando en lo sucedido. Apoyada en el barandal, suspiró y cerró con fuerza sus ojos.
— ¿Qué haces tan sola, wacha? —La voz de uno de sus hermanos había captado la atención de la joven argento, quien giró su mirar para observar por sobre su hombro como aquel joven país se colocaba a su lado. Cuando Uruguay notó el semblante tan melancólico en su hermana, no dudó en quitarle de sus manos la lata de cerveza que tenía— No es bueno tomar cuando estas triste.
— ¿Quién dijo que estoy triste? —Respondió a la defensiva pero su hermano de sol la conocía tan bien como la palma de su mano.
— Te conozco, Tina. —El silencio en ella estaba presente— Te puso triste que USA te defendiera del pelotudo de Alemania porque pensas que arruinaste su joda.
— Yo no... —Quiso corregirlo pero Uruguay la miró fijamente a los ojos y entonces, no pudo seguir mintiéndole— Bueno, es cierto, ¿Contento? Arruiné todo, lo admito.
— Vos no hiciste nada. —El de rayas azules y blancas se molestó de solo escuchar las palabras de su hermana— Alemania será tu amigo y todo lo que quieras pero es tremendo pelotudo al ponerse en pedo en una joda ajena.
—Sabes que tiene problemas con el alcohol. A veces no lo controla... Fue un accidente.
— Según me dijeron el chabon se te acercaba mucho.
— No lo suficiente. Además, sabes que soy capaz de cagarlo a piñas.
— Lo sé. —Uruguay acarició los cabellos de su contraria, quien tenía la cabeza gacha y tapaba su rostro con sus manos en muestra de una clara frustración— Y la idea de que ese yankee te protegiera me enoja. Se supone que ese es mi trabajo.
La argento no pudo evitar sonreír de manera inconsciente a causa de las palabras del que era su hermano menor. Aunque ella supiera protegerse, él siempre sería el hermanito protector. Levantó la mirada para observar al uruguayo con cariño y no evitó abrazarlo con fuerza. Un abrazo que fue completamente correspondido por él.
— Sos una melosa de mierda.
— Cerra el orto. —Ambos rieron, los ánimos de la celeste y blanco habían mejorado pero, aún así, no se soltó del pequeño uruguayo— Quiero hablar con él...
— ¿Vas a darle las gracias? —Ella asintió y él suspiró con agotamiento en respuesta. No le convencía lo que Argentina quería hacer. La apretó a su cuerpo— No me agrada la idea de que vos y ese estén a solas. Pero si queres hablar con él, anda. Su hermano debe saber dónde anda.
— ¿Canadá? —Se separó unos centímetros del abrazo para poder ver de frente a su contrario, quien asintió. Y así, ambos destruyeron ese breve momento al separarse por completo— Iré a buscarlo.
— Suerte, wacha. Acá te espero.
Tina no perdió más tiempo y salió de aquel balcón abriendo el gran ventanal que llevaba a éste, introduciéndose nuevamente a la pista de baile pero ignorando por completo a los países que estaban allí, pasando a un lado de éstos, con la sola intención de encontrar a cierto estadounidense. Debía verlo, debía agradecerle por lo que hizo y disculparse por permitir que su fiesta fuera arruinada de esa forma. Aunque los invitados se seguían divirtiendo, sabía que él no. Sabía que USA estaba de mal humor y probablemente la ignoraría pero incluso si esto implicaba romper su orgullo, quería disculparse con él.
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H O P E [Usarg]
Fanfiction❝No soy bueno para ti pero soy muy egoísta para dejarte ir❞ La historia de amor entre dos países completamente diferentes pero con algo en común: Un sueño. Capitalista y tercermundista. Una pareja nunca antes pensada. ¿Podrán estar juntos? ¿Serán...