Kim TaeHyung, dueño y accionario de la empresa Kim Pics, es un alfa amable y cariñoso y además, soltero y bastante cotizado.
Jeon JungKook, estudiante de fotografía, un omega frío y grosero y con un lazo en proceso de ruptura encima, que además tien...
El beta se acercó a él a paso lento y se detuvo cuando estuvo frente a él. Tenía cara de todo, menos de traer buenas noticias. Su omega tembló en su interior.
— Y-Yo lo siento, no entiendo qué-
— Acabas de desperdiciar tu última oportunidad, JungKook —interrumpió el mayor en voz baja—. A partir de este momento se te es retirada la beca completamente y no podrás regresar a clases hasta que pagues este semestre. Los anteriores no tienes que pagarlos porque la beca los cubría puntualmente, pero ya no gozas de ella. En caso de que no puedas pagarla en un plazo de una semana, deberás cancelar tu matrícula. Déjame decirte que esperaba un poco más de ti —la decepción en el rostro del hombre que tantas oportunidades y buenos tratos le había brindado, lo mareó un poco. El hombre simplemente dio la vuelta y se fue.
JungKook observó cómo YuGyeom seguía siendo atendido y sintiendo la tristeza e impotencia recorrerlo entero, se acercó. Sus ojos ya dejaban caer lágrimas libremente.
— ¿Qué haces aquí, Jeon? Ve y corre tras tu alfa.
— Tú nunca vas a dejarme en paz, ¿no? ¿Hay algo más de mi vida que quieras arruinar? Digo, soy vulnerable ahora y puedes hacer lo que quieras.
— ¿De qué demonios hablas?
— Acaban de quitarme la beca YuGyeom. ¿Sabes lo que eso significa? ¿Lo que me costó conseguirla? ¿Lo que perdí por venir aquí para estudiar? ¿Sabes que acabas de arruinar mi inexistente carrera y mis sueños? Tú, más que nadie, sabías qué significaba esa beca para mí. Y tú, grandísimo idiota, acabas de arruinar todo eso.
— J-JungKook...
— No. Sólo venía a pedirte que no hagas a nadie más lo que me estás haciendo a mí. Desearía que fueras como antes. Desearía poder seguir sintiéndome un poco orgulloso de ti. Espero que dejes de ser la mierda en la que te has convertido —JungKook observó a la profesora y madre de YuGyeom sin una sola pizca de remordimiento por lo que había dicho.
El omega sorbió su nariz y se levantó tras tomar su bolso, caminando lejos de ese alfa, a quien creyó haber conocido tan bien.
...
JungKook se sentó en medio de la cancha de lacrosse y fútbol de la universidad y llamó a Jennie con lágrimas en los ojos, no quería llorar de nuevo pues le había costado calmarse, pero ahora la situación realmente lo estaba sobrepasando. Se sentía tan terriblemente culpable, jamás debió haberle dicho a TaeHyung que fuera a recogerlo. Él debió haber previsto que una pelea así era una posibilidad demasiado grande, pero él sólo veía los errores cometidos cuando llegaban las consecuencias en lugar de pensar antes.
Jennie contestó al segundo tono.
— ¿Qué pasó? ¿Estás con Tae? ¿Por qué aún no llegan? —le atacó la omega con preguntas, notoriamente preocupada.
— Y-Yo... No estoy con Tae, no pudimos ir a almorzar... TaeHyung vino por mí y peleó con alguien por mi culpa y todo se salió de control y-
— ¿En dónde está TaeHyung? —preguntó ahora con voz más dura.
— La policía vino. Se lo han llevado en la patrulla a la comisaría que está a dos cuadras de mi universidad.
Lo último que escuchó fue como Jennie bufó y cortó la llamada sin despedirse.
JungKook guardó su teléfono en su bolso, se levantó y tras asegurarse de que el patio estaba vacío, gritó. Gritó tan fuerte como pudo, hasta que sintió su garganta arder. Y corrió en círculos por toda la cancha y gritó un poco más, queriendo liberar toda la frustración y la tristeza que lo asfixiaba. Y buscando desesperadamente llenar el vacío que se estaba formando en su pecho.
YuGyeom, por fin, había roto el lazo.
Su doctor se lo había explicado. El primer paso en su caso, había sido rechazar la marca. Tanto él como su omega no la querían y su omega se encargaría de debilitar el lazo. La marca tomaría un aspecto desagradable y había que limpiarla constantemente. Pero la última palabra la tenía el alfa que lo marcó. Si este no deseaba romper el lazo, por más débil que fuera la unión, el omega seguía de alguna manera unido al alfa. Era durante ese período de tiempo en el que el omega podía llegar a morir, pero por suerte, el omega de JungKook era fuerte.
JungKook era fuerte, aunque ahora no lo sintiera de esa manera.
Y no, YuGyeom no había marcado a otro u otra omega. Simplemente su lobo y él habían decidido conjuntamente dejarlo ir.
Y mientras la unión se deshacía por completo, cada parte sentiría de nuevo el vacío que había antes de la marca y después el dolor se iría tras un par de días. JungKook sólo era consciente de cómo cada vez se sentía más solo, pues no había sentimiento más parecido al que estaba sintiendo que la triste, oscura y dolorosa soledad.
🍀
TaeHyung se encontraba sentado en uno de los lados del cuarto con barrotes junto a un par personas más, nadie decía nada. Él jamás había estado en la cárcel, excepto en el Monopoly o en el parqués y no sabía muy bien qué hacer. Se dedicó a mirar con pesar como su camisa blanca tenía manchas rojas de sangre propia y ajena y lo rojos, hinchados y mallugados tenía los nudillos.
Pasó una hora, tal vez dos y el tintineo de las llaves se oyó cerca de la puerta.
Todos en la habitación observaron anhelantes al beta, con la esperanza de salir de ahí.
— Kim TaeHyung. Kim Jennie ha pagado tu fianza.
TaeHyung se levantó y salió con la cabeza baja y, ¿para qué mentir? Se sintió un poco desilusionado cuando al salir del cuarto con barrotes en el que lo tenían, solamente vio a su hermana, pero no a su omega, aunque, ¿qué eran ellos dos realmente? Él había prometido esperar lo que hiciera falta, pero jamás se planteó que esperar fuera tan difícil.
Se había enterado de más cosas del omega en cinco minutos y por fuente externa, que en el mes en que había estado saliendo con él y los meses que llevaban de conocerse. Tal vez el omega no confiaba lo suficiente pero, ¿acaso él no se había esforzado en ganarse la confianza que el omega parecía estarle negando?
Estaba abrumado por la información y los golpes, pero por algún motivo, no quería desistir. Por algún motivo quería seguir luchando por ganarse al completo el corazón del chico.
Ah, demonios. Estaba acabado, lleno de sangre de dudosa procedencia, cansado y triste y aún seguía queriendo ver al omega, asegurarse de que estaba bien. Seguía poniéndolo por encima de todas las otras cosas y no estaba seguro de que fuera lo correcto.
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Simplemente siento que este drama va a durar un poco más de lo esperado, pero 5mentarios