| Infancia |

3.5K 368 16
                                    

(3/4)

JungKook conoció al que sería uno de sus mejores amigos cuando tenía siete.

Inmediatamente lo clasificó como buena persona, luego de que lo ayudó a levantarse y compartió su helado con él, pues él había dejado caer el propio al tropezar con una piedra en medio del parque.

Para JungKook había sido un placer descubrir que el chico vivía a tan sólo un par de cuadras de su casa y mayor fue su sorpresa cuando notó que estaban en la misma escuela, aunque en clases separadas.

Pero ese no fue impedimento para el JungKook de siete, que estaba agradecido de tener un amigo más porque no eran muchos los amigos que pudiera presumir. 

JungKook visitaba a menudo la casa del mayor, salían juntos a los recesos para compartir la lonchera y hasta hicieron un grupo de estudio en el que estaban sólo ellos dos.

En ese entonces, YuGyeom tenía ocho años y no era un idiota. Su rostro aniñado mostraba pura felicidad y en pocas ocasiones tristeza.

Y JungKook y YuGyeom crecieron juntos.

Sobrevivieron a la secundaria juntos.

Fueron al baile de graduación juntos, aunque sólo como amigos.

JungKook pasaba más tiempo en la casa de YuGyeom que en la suya y rara vez ellos se reunían en la casa del omega, pues JungKook estaba realmente apenado de su disfuncional familia.

Su padre era un alfa que se creía con el poder de todo y estaba guiando a su hermano mayor por el mismo camino. Su madre era tan sólo una omega sumisa más, que no conocía más que la libertad que se le era otorgada en la cocina y las tareas del hogar. JungKook siendo el más pequeño de la familia, era tal vez mucho más consciente que los otros tres juntos.

Siempre fue una suerte que su padre lo hubiera dejado terminar sus estudios básicos, pero que lo dejara ir a una universidad podría calificarse de milagro. Por lo tanto, cuando se confirmó que YuGyeom partiría a la universidad a estudiar ingeniería, las lágrimas no se hicieron esperar.

— ¿Qué quisieras estudiar? —le había preguntado el alfa una tarde de otoño, ambos tenían diecisiete y la mayoría de edad ya no parecía tan lejana. Era un tema de conversación común, hablar de sus sueños y metas a futuro. Ambos sabían bien qué quería el otro, pero se lo preguntaban mutuamente cada tanto como para no olvidarlo y no perder el horizonte.

— Me gustaría estudiar artes. Pero no puedo y lo sabes. Aunque muero por ver la cara que pondría mi padre si me viera en una universidad. Se volvería loco. He estado pensando y... aún tengo todos mis ahorros. Es bastante según yo, de hecho. 

— ¿Planeas escapar?

— Esa es un opción. Hablé con JiMin y él vive en la casa que sus padres tenían desocupada en Seúl. Dijo que estaría encantado con tenerme allí. También dijo que sería más fácil cuidarme —contó con una sonrisa triste—. De todos modos, no me alcanzaría para pagar la carrera completa. Tal vez algunos semestres, pero hacer la carrera incompleta no sería más que una pérdida de tiempo. Pero ya estoy hablando mucho. ¿A qué viene la pregunta?

— Bueno, yo no quise decírtelo antes, porque sé que habrías querido tomar distancia pero... Me iré a Seúl la semana que viene. Quería ir a estudiar ingeniería y a mamá la han llamado para un puesto como docente que le vendría bastante bien. 

— Es verdad, me hubiera distanciado. Para que no doliera tanto YuGy. Una semana no me alcanza para dejarte ir. Demonios, eres mi mejor amigo.

— Lo siento Kook.

Mi Jefe Alfa   ๛ vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora