| ¿Y si lo perdono? |

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— JiMin-ssi... ¿Qué hago? —preguntó JungKook por milésima vez en la mañana. JiMin suspiró con cansancio.

Le había explicado a JiMin lo sucedido y el mayor le había aconsejado que lo pensara con calma y lo decidiera al día siguiente.

Así que, muy dispuesto, se fue a consultarlo con su almohada.

Casi no durmió pensando en eso.

Es decir, Kim había mandado todo a la mismísima mierda para JungKook con aquel comentario, pero él también debía aprender a controlar lo que decía en situaciones así.

Pero no se disculparía, no. Kim había sido más idiota.

Aún no sabía qué iba a hacer cuando lo viera en la tarde, aunque luego de lo ocurrido, lo más probable era que lo despidieran.

— No lo sé —respondió Jimin con una tranquilidad que sólo hizo que JungKook se estresara más.

— Me van a despedir. Soy un asco de persona —suspiró—. Me contrataron hace dos días y ya me hice echar.

— Ay, ya. No es para tanto. Aún no te han despedido y si te despiden, puedes conseguir otro trabajo. Igualmente no creo que puedan cancelar los meses de prueba, tienes ese tiempo para enmendar tus errores —respondió como si fuera lo más sencillo del mundo—. Sabes que no debes preocuparte por el dinero, la casa es de mis padres y lo de mi trabajo en la cafetería alcanza para comprar comida.

— No lo voy a perdonar fácil.

— JungKook —siseó JiMin en tono de advertencia.

— Voy enserio.

— Oh vaya, parece que te van a despedir —dijo sarcástico.

— Te has estado juntando demasiado con YoonGi hyung.

— Es mi pareja.

— Por eso, duh.

— Y tú, mucho con Billie.

— Ojalá.

🍀

— Hola Jennie —saludó con una sonrisa.

— Hola JungKook. Ya está arriba —informó la chica y la sonrisa de JungKook se esfumó—. ¿Pasó algo? Él vino un poco molesto hoy.

— No, nada en especial. Nada de lo que yo esté enterado —mintió volviendo a sonreír, aunque ahora sin muchas ganas.

JungKook suspiró, aún sin saber qué hacer.

Se dirigió hacia las escaleras, no tenía prisa por verle la cara a su jefe.

Al llegar hasta el piso quince (lo que le tomó casi diez minutos), contuvo su aroma para que no se notara el remolino de emociones que había en su interior y llamó suavemente.

Desde el otro lado de la puerta se escuchó un "Pase" que parecía más un gruñido que una palabra.

JungKook respiró profundo intentando mantener la calma y entró con su mejor cara seria a la oficina.

— Buenas tardes —dijo sin mirar a su jefe, caminando con la mirada en el piso hasta su escritorio.

— Hola —saludó su jefe desganado, casi triste.

El olor a menta de la oficina había cambiado un poco, ya no era tan fuerte.

A diferencia de lo que JungKook creyó, TaeHyung apenas le dirigió la palabra en todo el día, aunque sí se le quedaba viendo por largos ratos.

Mi Jefe Alfa   ๛ vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora