Mi Jefe Alfa ๛ vkook

Convivir en familia

— TaeTae, tu papá me da miedo —susurró JungKook el domingo en la tarde. El padre de TaeHyung estaba serio todo el tiempo y para JungKook eso era un problema, sobre todo después del gran susto que le dio el alfa el primer día. 

Pero TaeHyung soltó una carcajada.

— Ay JungKookie.

— ¿Qué?

— Si lo conocieras realmente. Es así con extraños, pero es gracioso la mayoría del tiempo. Se la pasa haciendo daños porque suele ser un poco torpe y si lo escucharas reír, por la Diosa.

En ese momento se escuchó un estruendo afuera.

YongSun salió rápidamente y la pareja inmediatamente la siguió.

— ¡Alfa tonto! ¡Es la tercera este mes!

— ¿Qué decías de que mi papá te daba miedo? —preguntó TaeHyung cuando JungKook, al ver que no había heridos, se echó a reír.

El gran lobo en el patio estaba sentado con las orejas bajas y un gran hueco en la valla que separaba la casa del bosque, además de la puerta en el piso. Todo mientras YongSun le reclamaba a gritos visiblemente molesta por el daño, pero en el fondo quería reírse.

— Absolutamente nada.

🍀

La cena transcurrió tranquilamente, excepto porque YongSun le reclamaba a JungKook por comer tan poco, además de que a la omega le brillaban los ojos cada vez que estos se posaban en el álbum familiar.

— ¿No te gusta la comida?

— Está muy buena —se apresuró a decir JungKook.

— ¿Entonces? Sírvete, que no te de pena.

— Es que no suelo comer mucho...

— Por eso estás tan pálido.

— No estoy pálido —replicó bajito el omega.

— Ayer tus mejillas tenían más color.

— Ayer tenía maquillaje —la madre de TaeHyung hizo una 'o' con su boca.

— Sírvete un poco más y si no puedes con ello, lo dejas. No te va a dejar en paz hasta que vea tu plato más lleno —susurró TaeHyung al oído del menor. JungKook sonrió y asintió, comprendiendo. Su madre también solía ser así.

Oh, vaya. Su madre.

Hacía tanto que no la visitaba, que no la llamaba... Iría a verla el próximo fin de semana, incluso si eso significaba ver a su padre y hermano.

Ahora el viejo no podía retenerlo, ya tenía una vida completamente aparte. Esperaba que su madre estuviera bien. En su primer año en Seúl la llamaba cada tres días, pero jamás descolgó el teléfono. Incluso trató de llamar a una de sus amigas y la señora inmediatamente se negó a pasarla.

— Serviré sólo un poco más ¿bien?

— Está bien —respondió YongSun con una sonrisa, viendo como el menor de todos se servía más arroz y ensalada.

Al final, JungKook sí comió todo, YongSun cocinaba bastante bien.

Luego de la cena, la madre de los hermanos Kim tenía una sonrisa malvada en el rostro y llevó consigo hasta la sala a JungKook y el álbum familiar.