| Un lobo en casa y "duerme aquí" |

4.6K 490 114
                                    

— Es muy linda tu casa.

— Gracias.

JungKook notó que había una foto de un gran lobo gris sobre la mesa de la entrada.

— Ahora que lo pienso, jamás he visto tu lobo.

— Y yo no he visto el tuyo. Tú primero.

— ¿Yo primero qué?

— Muéstrame tu lobo.

— Mmm, no. Tal vez más adelante. Ni siquiera mi mejor amigo conoce mi lobo. Siempre he sentido eso muy personal.

— ¿Seguro de que es por eso?

— Bueno... siempre se me ha hecho difícil cambiar de forma, sobretodo frente a otros por lo que no he cambiado desde hace años. Jimin dice que es porque no me siento seguro conmigo mismo... Mejor, ¿puedo ver tu lobo?

— Está bien, ya vengo.

TaeHyung desapareció en alguno de los cuartos y al momento volvió como lobo.

— Wow —JungKook retrocedió un poco asustado, hacía mucho que no cambiaba de forma, pero sí recordaba su tamaño y su lobo era la mitad de grande que el lobo de TaeHyung o incluso menos.

El gran lobo gris avanzó despacio para no asustar más al omega.

JungKook dejó su mochila en un rincón y se sentó en el suelo de la sala. Estaba totalmente indefenso en caso de que TaeHyung lo atacara, pero él confiaba en que el mayor no iba a lastimarlo.

JungKook intentaba no pensar el porcentaje de asesinatos por lobo mientras el alfa se acercaba, aunque probablemente la habitación olía a miedo gracias a él.

El lobo apoyó su cabeza contra la mejilla de JungKook y este abrió los ojos, que tenía fuertemente cerrados.

Reunió valor suficiente para acariciar el pelaje del animal y al ver que el lobo no se movía siquiera, por fin se metió a la cabeza que TaeHyung no iba a hacerle daño de ninguna forma, ya fuera como lobo o humano.

Se arrodilló para quedar un poco más alto y cómodo y acarició contento a TaeHyung y el alfa cerraba los ojos recostándose al contacto.

El menor reía alegre, hasta que se sintió extraño.

JungKook empezó a sentir sus manos manos picar de cierta manera, como sucedía cuando quería cambiar de forma y se detuvo asustado, ¿por qué ahora sentía que podía cambiar de forma libremente?

El lobo se sentó a observarlo con la cabeza ladeada, que incluso con su tamaño le daba un toque bastante tierno.

— Eres muy lindo TaeHyung, en cualquier forma —elogió JungKook dejando de mirar sus manos.

Segundos después la sensación desapareció.

JungKook se permitió acariciar y jugar un rato más (que de hecho fueron más de dos horas), al lobo.

TaeHyung volvió al cuarto y salió completamente vestido y notablemente feliz, una sonrisa adornaba sus labios.

— Se hace tarde —mencionó el omega—. Creo que es hora de irme...

— Apenas son las seis —atajó TaeHyung haciendo un puchero—. ¿Podrías quedarte un poco más?

— Bueno. Síp, claro que sí.

...

— Apenas son las siete... —reprochó TaeHyung, el menor se limitó a rodar los ojos.

Mi Jefe Alfa   ๛ vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora