Capítulo 7

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Cada semana me sentía más cerca de Lauren, mi hermana que al principio me llamaba idiota, estúpida, entre otras, ahora simplemente ya no tenía una opinión sobre el tema.

De Shawn, no había mucho que decir, era básicamente lo mismo, excepto que ahora me resultaba más fácil ignorar sus quejas y doblarlo con más facilidad. Conocía a Lauren desde hacía tres meses, pero parecía como si la hubiese conocido ayer, el tiempo realmente pasaba muy rápido.

-¿Entonces, qué piensas? - Desde el principio me había pedido que le hiciera un traje, así que hoy finalmente lo terminé, me tomó cuatro semanas, entre odelar, cortar y coser.

-Vaya, se ve hermoso.- Sostuvo la tela en sus manos. - ¿Lo hiciste tu misma?

-Si.

-Ni siquiera sé qué decir. Realmente es hermoso.

-Es suficiente.

-Voy a debutarlo mañana, si alguien me pregunta dónde lo compré ¿qué le digo?

- Di que fue un amigo quien lo hizo.

-Y si piden que el contacto de mi supuesto amigo para que hagas lo mismo.

-Di que es exclusivo.

-Diré que lo haces por encargo.

-No hagas eso, sabes que tuve que hacerlo aquí en tu casa, porque Shawn no puede saberlo.

-Lo sé, pero puedes hacerlo aquí. Estoy segura de que preguntarán quién lo hizo.

-Lauren, me vas a meter en problemas.-  Ella se encogió de hombros y se sentó en el sofá.

-Escuché que ustedes van a un cóctel.

-Sí, el viernes. - Doblé la ropa y la puse en el brazo del sofá. - ¿Por qué?

- Nunca vas con él a esos cócteles.

-Solía ir antes, pero todo se trataba de leyes, bromas aburridas y viejos pervertidos.

- ¿Y por qué vas ahora? - Lauren me estaba cuestionando mucho,
realmente me llamó la atención.

- Me invitó, eso es todo.

-Hmm. - Lauren parecía incómoda.

-¿Tienes celos?

-Yo... por supuesto que no, ¿por qué estaría celosa de ti? -Parecía nerviosa.

-Estaba hablando de Shawn.

- Shawn mucho menos. Solo pensé, no sé, es extraño.- Encendió la TV.

-¿Es asi? - fruncí el ceño,

-Quizás yo también asista a ese cóctel, es la oficina donde trabajo lo que están ofreciendo.

-Bueno, tendremos que actuar como extrañas - Sentía un escalofrío en la panza, no podía imaginarme en el mismo lugar que Shawn y Lauren.

-¿Estas nerviosa?

-Un poco.

- Entonces me voy a inventarme una enfermedad, pero tú me deberás una, porque allí sirven muy buena comida.

-Está bien, dime el precio. - Sonreí.

-Quiero que salgas conmigo por la noche.

-Sabes que no puedo, sospechará mi esposo.

-Lo pensé todo, vi el itinerario de Shawn, en un mes tiene un viaje a Miami, que coincide con el viaje escolar de sus hijos.

-¿Cómo te enteraste de la gira?

-Shawn se quejaba de lo terrible de tener que pagarles para que se fueran y... no te enfades, le dice afeminado a tu hijo menor. - Me tapé la boca con las manos.

-iCómo puede decir algo así de mi hijo! - grité enojada. -

- ¿Nunca pensaste en la posibilidad de que tu hijo fuera gay?

-Solo tiene trece años.

-Cuanto antes lo aceptes, mejor.

-¡No es gay! No es que sea un problema, pero es solo un niño, ni siquiera sabe lo que quiere en la vida.

-No es una elección, pero estoy de acuerdo, él todavía es joven y creo que Shawn habla con maldad. - Eso realmente me enfureció. Era visible lo molesta que estaba, porque Lauren se sentó a mi lado y siguió burlándose de mí para reírse de nuevo.

-¿Entonces cambiará tus horarios de miércoles a lunes? - Estaba en la puerta a punto de irme.

-Puedes venir a almorzar conmigo todos los días, asi mí alimentación mejorará y podemos hablar, aunque sea una hora.

-Voy a pensar en eso.

-Cualquier cosa te  llevo en coche.

-¿Cuántas horas de almuerzo tienes?

-Una.

- No te lo garantizo todos los días, pero dos o tres veces por semana creo que  puedo.

- Acepto, es mejor a nada. - Lauren me abrazó, algo que me tomó por sorpresa. - Adiós, sigue hablándome por whatsapp -

-Lo haré.

Salí de su departamento y me fui hacia el mío, era un camino largo, pero no me importaba hacerlo una vez a la semana. Como prometí seguí enviándole  mensajes por whatsapp, fue muy gracioso como el asunto no terminó, mi batería estaba al 30% cuando recibí la llamada de mi hermana.






Más que una aventura| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora