Más que una aventura| Camren

Capítulo 18

No pude responder porque estaba confundida, dijo que entendía, pero aun así la sentí distante, no era la forma en que quería recordar mi primera vez con ella, pero sucedió. Cuando despertamos los niños decidieron ir a la playa, me quedé en la casa con Lauren irritada que me ignoraba. Tuve que revertir la situación.

- ¿Cuánto tiempo no me hablarás?- La abracé por detrás mientras lavaba los platos. Besé su hombro y luego su cuello, vi que se le erizaba la piel. - Lern, Lolito, Laur. amor ... - Seguí besándola, pero ella no dijo nada.- 
¿Perderás la oportunidad de disfrutar del fin de sernana?

- No soy Shawn, no lo resolverás todo con el sexo. - Se alejó de mí y se secó las manos.

- Claro que no. - Me acerqué de nuevo. - Solo quiero estar contigo, no tiene nada que ver con el sexo.

- ¿Entonces no quieres tener sexo conmigo?

-Estás tratando de encontrar una razón para pelear conmigo, y yo solo quiero estar contigo.- Ella dejó escapar un suspiro.

-Estoy molesta Camila, me gustas mucho y me siento insegura.

- Una vez dijiste que me preocupaba demasiado, créeme un poco.

- Yo confío...

- ¿Pero no confías en Shawn?

- No es eso. Eso no es. Tengo miedo ... ¿me prometes algo?. - Estuve de acuerdo. - Si algún día vas a tomar una decisión sobre tu matrimonio, usa como juicio todo lo que sientes, no lo que te enseñó tu madre o lo que viste del matrimonio de tus padres, usa tus propias experiencias, tus propios sentimientos, tus propios pensamientos , si me prometes  estaré más tranquila e indiferente a tu decisión te respetaré.

- Prometo que pensaré por mi bien. - sonrió en un rincón, la tiré para besarme, me faltaba la boca. Lauren respondió a la altura y todo entre nosotras parecía estar bien de nuevo.

El fin de semana pasó rápido, llegó el lunes, mis hijos estaban en los exámenes finales, así que solo iban a tomar exámenes y volvían. Así que no sabía si podría hacerlo el miércoles, sin mencionar que estaba cosiendo mucho. Dan ya me había enviado la hoja de cálculo de esta semana, que era bastante.

- Mamá, ¿cómo va la ropa? - Bárbara se sentó a mi lado.

-Está bien, las entregas están a tiempo y las que tenía que arreglar se terminaron.

- ¿Quieres que te ayude en algo? - Casi me asusto, Bárbara nunca estuvo interesada en nada más que en su celular.

- Hija, ¿estás bien?

-Ah mamá, no es tanto.

- ¿Quieres decirme algo?

- ¡No!. - Ella levantó un poco la voz. - Yo . . ¿madre Lauren te hace feliz?

- ¿Qué? Estaba distraída.

- Sabes, ¿te hace feliz como lo hizo papá? - Se me secó la boca, no supe responder. - Está bien, puedes abrirte conrnigo.

Hace ...- salió en voz baja.- Más de lo que lo hizo tu padre pero.. Es algo extraño.

- ¿Qué? ¿Por qué ella es una mujer?

- Es raro que sea cualquiera que no sea tu padre.

- Somos más felices sin él.- Barbie acarició mi pierna.- Papi no ha sido el mismo desde hace mucho tiempo, parece que solo vivía aquí por obligación. Somos casi un trabajo para el y mira  cómo te trata.

- Lo sé, hija, creo que en los últimos meses muchas cosas han cambiado para mí.

- Papá fue hoy al colegio, quería saber cómo iban las cosas en casa, preguntó por ti, creo que quiere volver.

- ¿Dijo algo? ¿Él está bien?

- Está más delgado.

- No debe estar comiendo bien. - Bárbara puso los ojos en blanco.

- Mamá, querrá volver, pero ni Alex ni yo queremos que vuelva.

-¿Cuándo decidieron eso?

- Después de dos años después del..

- Hija ... no quiero recordarlo.

- Tememos que te vuelva a hacer daño, sobre todo cuando no estamos aquí.- Mi hija empezó a llorac

- Oye, amor, no hará nada.

- Tengo miedo mamá, desde ese día tengo miedo de que te
mate.

Mi hija se desahogó, lloró durante mucho tiempo en mis brazos. Siempre tuve miedo de separarme por ellos, pero no me di cuenta de cuánto daño les estaba haciendo Shawn.
Cuando Alex llegó, se unió a nosotros, estaba abrazado a mí, a dos bebés, era tan bueno tenerlos en mis brazos.
Los dos se quedaron conmigo, observandome trabajar, doblando y separando algunas piezas.

- iHola! - Respondí el teléfono de casa.-  Hola!. - -Hablé nuevo, la llamada parecía silenciosa.

- Hola querida. - Era Shawn, tenía la voz cansada. - ¿Llamo para ver si todo está bien contigo y los niños?

-Estamos bien.

-Que bueno. ¿Y necesitas algo en casa?

-No necesitamos nada.

-Yo te extraño.

-Sí ...-  No supe qué decir.

- Yo ... quería verte, salir contigo.

- Shawn. - Respiré hondo, - No queremos salir contigo.

- Camila, estoy tratando de arreglar las cosas, al menos podrías colaborar, porque no soy el único culpable. - El verdadero Shawn estaba apareciendo.

- No quiero salir contigo ni con mis hijos.

- ¡Ellos también son mis hijos!. - Habló más fuerte.

- Tienen derecho a no querer salir contigo.

-¿Qué sabes de derechos? Eres estúpida, ni siquiera estudiaste, entonces vives detrás de una máquina de coser.

- Conozco más derechos de los que puedas imaginar.-  Me estaba pomendo nerviosa.

- ¿Quieres desafiarme Camila? No olvides que el apartamento está a mi nombre, todo está a mi nombre, puedo ponerte a ti y esos ingratos niños en la calle. - El miedo comenzó aparecer. - Ahora ten miedo, pero escucha bien. Mañana vuelvo a mi casa y no quiero ver nada de esa mierda que estás haciendo.
Si llego y esas porquerías siguen en mi casa como las vi ayer ... - ¿Ayer? Así que había vuelto a casa. Tenía miedo de nuevo, si él venía aquí sin que yo lo supiera,
podría hacer cualquier cosa durante la noche. - Romperé todo y los romperé juntos. Tú lo pediste, Camila.- Colgó.

Tenía miedo, era más de medianoche y no sabía qué hacer.