Una noche especial en el mar

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Comencé a besarle, tenía mis pechos desnudos contra su cuerpo también desnudo, no podía parar de besarle y empecé a notar su bulto endurecerse de nuevo. Yo estaba muy cachonda, y cada vez le besaba con más pasión y cuando notaba nuestras lenguas jugando, enredados y su pene rozando mi vagina, quería que me penetrara.

 -Hazme el amor-le susurré al oído.

-¿Estás segura?

-Sí, por favor, hazlo, aquí y ahora, en el inmenso mar, tranquilo conmigo no necesitas condón y nadie nos ve.

Le besé y él me penetró, sentí su pene y el agua dentro de mí.

-Aaahh- grité, gemí, y él me tapó la boca con sus labios.

Se sentía muy bien, nos movíamos juntos, al ritmo de las leves olas que hacían la experiencia aun más satisfactoria.

 Nos acercamos más a la orilla y nos acostamos en la arena. El estaba encima mía, follándome y yo gemía, jamás había sentido tanto placer. Dentro y fuera una y otra vez.

 Después me senté yo encima, movía mi cadera en círculo, y mi clítoris rozaba en su entre pierna dándome el doble de placer. El me acariciaba las tetas, me agaché un poco para que me chupara los pezones.

 Me recosté sobre él, le besé, entre el beso, y lo demás estaba a punto de correrme, no podía más «ah, dios, sí, ah»

-Me vengo-susurró.

-Tranquilo, no tienes que temer, no me puedo quedar embarazada tengo DIU.

 Así nos corrimos los dos a la vez. Nos quedamos acostados en la arena, abrazados mirando las estrellas. Ya era de madrugada, nos duchamos, nos vestimos y fuimos a casa. 

Espero que este capítulo les guste tanto como a mi me gustó escribirlo.

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