Historias en pasado

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Error el de quedarnos mirando.

Miramos el reloj de la mesita y nos levantamos y fuimos corriendo o perdería el último tren.

Como dos niños fuimos corriendo por la calle cocidos de la mano, pero fue en vano, cuando llegamos el tren se estaba marchando y era imposible pararlo.

Me miró sonrió y me besó.

-¿Y ahora qué?- preguntó

-Mi madre y mi hermano hoy no estarán en casa.

-¿Qué quieres decir?

-Puedes quedarte en mi casa hasta mañana si quieres.

-Claro, ¿en el sofá o tienes una cama libre?

 -Hay una cama libre en mi habitación, si no te importa dormir conmigo.

-Nada me agradaría más- y según dijo esto me besó nuevamente, y partimos a mi casa.

***

 Cuando llegamos a casa fuimos a mi cuarto y lo primero que hice fue empezar a preparar su cama.

El se sentó en la otra cama y como yo concentrada no decía nada, decidió jugar un poco. Se levantó, me empujó encima de la cama se puso encima mía y empezó a besarme y hacerme cosquillas.

-Jajajajajaja, para para.

Cuando conseguí parar de reír, le di la vuelta a la tortilla, hicimos la "croqueta" y me puse yo encima.

 Pasamos un rato, riendo, basándonos, y haciéndonos coquillas.

Cuando terminé de hacer la cama nos sentamos y comenzamos hablar.

-Cuéntame algo sobre ti, sobre tu vida, algo que te haya pasado que sea importante para ti, quiero conocerte de verdad.

-Pues yo creo que lo que más me ha cambiado a lo largo de mi vida, fue un suceso que ocurrió hace tres años.

 -¿Qué ocurrió?

Comencé a narrar.

 -Verás hace tres años, mi hermano pequeño no tenía nada más un añito, y yo dieciséis, sabes cono son esos años ¿No? Mi vida de por sí, con los exámenes finales de fin de curso ya era bastante complicada, y ahora que tenía un hermano, tenía que cuidarle.

 »El problema era que mi padre era súper exigente y todo tenía que ser cómo y cuando él quería, y si intentabas recriminar, el decía que eran escusas.

 »Yo me llevaba bastante mal, con todo el mundo en el instituto y solo tenía una amiga, Laia. En aquella época vivíamos en Barcelona capital y mi padre era policía. Por desgracia una tarde mientras yo estaba estudiando y mi madre trabajaba, el cuidaba del pequeño. Fue un domingo, creo recordar.

»Le llamaron al busca porque había un robo en el banco Sabadell, nunca lo olvidaré, fue el peor día de mi vida. Me quedé yo sola en casa con el bebé, y justo a las once y cincuenta y tres minutos de la mañana, el niño empezó a llorar, miré la hora para ver si le tocaba el biberón, le miré los pañales, pero conseguía saber que le pasaba, intenté cantarle, y justo dos minutos después, sonó mi teléfono. Era un número que nunca antes había visto, contesté [Aló] [¿Es usted Katerina Soles Puerta?] [Sí, ¿Quién pregunta?] [Buenos días señorita, le llamamos desde el Hospital del mar, porque su padre acaba de ser ingresado con una herida de bala en el pecho] En ese mismo instante solté una lágrima y solté el teléfono, que cayó al suelo, dejando la pantalla hecha añicos. Aún se escuchaba por el altavoz A la recepcionista preguntando [Señorita ¿Sigue ahí? Señorita, señorita ¿Se encuentra bien?]. Cogí al bebé y salí corriendo, al principio no supe que hacer estaba completamente desorientada, el bebé comenzó a llorar otra vez.

DesconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora