Alexitimia 🐍 Juuzou Suzuya

🐍 14. Verdad

Tn se teletransportó a la casa de su madre, pues Juuzou la había llamado ayer para que pudiesen verse, y ella accedió ya que Hina tenía una reunión importante con el Concejo. Suspiró y acomodó su ropa, para luego tomar asiento en el sofá y escribir una respuesta a la carta que su prometido le había enviado. El timbre sonó unos minutos después; ella se levantó, se encaminó a la puerta y la abrió.

– Hola, Juuzou.

– ¡Buenas tardes! –sonrió.– Traje donas –enseñó la caja.

– Genial. Pasa.

Él entró a la casa y ella cerró la puerta; se dirigieron a la sala, tomando asiento en el sofá más grande.

– ¡Adivina qué! –sonrió él.

– Uhm...Shinohara-san salió del hospital y ambos estarán en una misión importante.

– ¡Ohhh! ¡¿Cómo lo supiste?!

– Adivinación. Soy bruja, ¿Recuerdas?

– Oh, claro –rió y tomó una dona.– Me obligaron a hacer otro testamento –mordió la dona.

– Y supongo que aún no lo haces.

– Nop. Nunca los hago.

– ¿No lo entregas?

– El anterior sí lo entregué, pero sólo hice garabatos. Esta vez no sé qué haré, tal vez entregue el dibujo de una jirafa –rió.

– Bueno, si no importa –tomó una dona.

– Shinohara-san dice que escriba algo que quiera decirle a mis amigos, pero no tengo amigos aparte de ti.

– Claro, entiendo –comió.

– ...Si tuvieras que escribir un testamento, ¿Qué pondrías en él?

– Tengo un testamento hecho.

– ¿De verdad?

– Por si acaso, mi familia siempre tienen sus testamentos hechos. Los actualizamos entre fines de diciembre y principios de enero.

– ¿Por qué?

– Por si algo llega a pasar. Pero no es nada sentimental ni agradecimientos, es sólo una repartición de bienes legal.

– Ya veo...Supongo que así es más fácil.

– Sí, al menos para alguien sin sentimientos como yo, o como tú.

– Tienes razón –rió.– Oh, Tn-san...

– ¿Hm?

– ...Estuve hablando con Shinohara-san...sobre ti...

– ¿Ah, si?

– Sip. Y él dice...que tú me gustas.

– ... ¿Disculpa?

– No entendía a qué se refería, pero me explicó qué era todo eso de "gustar", "amor" y cosas así.

– Pero, Juuzou... ¿Estás seguro...que yo te gusto?

– Eso creo.

– ...

– ¿Está mal? Shinohara-san dice que, si yo te gusto, podemos ser "novios".

– ...Juuzou, no me enseñaron a cómo reaccionar a algo así –se levantó.– Iré al tocador un momento, no tardo.

La pelinegra dejó la dona sobre la mesa de café y se dirigió al baño. El chico ladeó la cabeza, no comprendía bien aún todo eso del "enamoramiento"; suspiró y paseó su vista por la sala, deteniéndose en una pequeña canasta con sobres.