Alexitimia 🐍 Juuzou Suzuya

🐍 0. Inestable

[Zagreb, Croacia]

Tn estaba sentada en el sofá de la casa, con las piernas cruzadas una sobre otra y sus manos sobre su regazo, viendo como las mucamas se movían de un lado a otro cargando y buscando cosas. Suspiró.

– Tn Diot –llamó.

La joven giró la cabeza, viendo a una mujer de negro acercarse a ella.

– Madre.

– Te veo muy tranquila, ¿Tus cosas están listas? Nos vamos a las 15 en punto.

– Listas, madre.

– Muy bien. Escoge un libro y busca un abrigo, te quiero en la entrada en una hora.

– Entendido.

La joven se puso de pie y se dirigió a las escaleras, para subir e ir primero a la biblioteca y luego a su cuarto.

[Tokyo, Japón]

Kaneki caminaba por las nocturnas calles del Distrito 20, pensando en lo que había hablado hace unos momentos sobre "Rize Kamishiro" con Itori. De pronto chocó con una persona, un chico albino el cual usaba ropa mucho más grande a su talla y cuyo cabello le cubría los ojos.

– Ah. Lo...Lo siento... –se disculpó rápidamente él.

– Ahh. Yo soy el que debe disculparse –juntó sus manos, sonriendo.– Me perdí por un segundo ahí.

«¿Quién es esta persona...? De alguna manera...él tiene un "aroma delicioso"...», pensó, al sentir el aroma de aquel albino.

– Bueno, entonces, adiós. Estoy algo apurado.

El delgado albino se alejó, apurando el paso. El pelinegro lo observó alejarse y luego tocó su bolsillo; al notar que este estaba vacío, comenzó a revisar los demás.

– ¿Uh...? ¡¿Uh?!

Aquel albino se alejó del chico con el que, a propósito, había chocado; subió sobre un bote de basura, sentándose en él, y comenzó a revisar la billetera que le había robado.

– Licencia...pase de biblioteca...registro de estudiante... –numeró, dejando caer aquellas tarjetas identificatorias al suelo.– Ahh, mis flequillos tapan. "Kaneki Ken"... ¿"Edad:19"? Igual que yo –arrojó el documento al suelo.– Y el más apreciado contenido es... ¿Ohh...? Uno...dos...tres mil yenes... –bajó del bote, poniéndose de pie.– No seré capaz de comer nada grandioso con sólo esto...Después de todo tendré que hablar con Shinohara-san y pedirle dinero para los gastos –dijo para sí mismo mientras comenzaba a caminar de nuevo.

– Estoy hambriento –dijo un ghoul, que veía desde lejos al pequeño albino.

– Yo igual. Ese tiene buen olor, ¿Cierto?

– Hagámoslo.

[Zagreb, Croacia]

Tn se colocó su largo abrigo negro y lo acomodó delante del espejo de pie que tenía en su cuarto. Al estar lista, tomó su bolso que estaba sobre el sofá y un libro, y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí; bajó las escaleras y se dirigió a la entrada. En menos de un minuto, los padres de la joven bajaron las escaleras y se acercaron a ella.

– ¿Lista, hija?

– Sí, padre.

– Muy bien. Vámonos.