I. The call

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☞︎ parte uno: CAPÍTULO UNO ☜︎
the call

EL EXITOSO Y RETIRADO EX LADRÓN DE BANCOS, MICHAEL TOWNLEY o ahora Michael de Santa se encontraba felizmente vacacionando en Italia intentando reconstruir y reforzar sus lazos familiares, especialmente con su esposa Amanda

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EL EXITOSO Y RETIRADO EX LADRÓN DE BANCOS, MICHAEL TOWNLEY o ahora Michael de Santa se encontraba felizmente vacacionando en Italia intentando reconstruir y reforzar sus lazos familiares, especialmente con su esposa Amanda. Habían pasado 5 años desde que en compañía de su equipo de atracos lograron robar el banco con más riqueza a nivel internacional: el Union Depository, volviéndolos millonarios. Todo se había vuelto tranquilo y normal en cuanto a Michael se refería; la vida que sus compañeros llevaban después de aquel último golpe, era un misterio para él pues, había acordado con Trevor jamás volver a cruzar sus caminos y Franklin, tenía el dinero suficiente como para vivir sin tener que volver a la vida de ladrón.
Su prioridad ahora era su familia y su comodidad. Aún era demasiado temprano como para iniciar su recorrido en las góndolas por los canales del Gran Canal, en Venecia; por lo que mataban el tiempo en la piscina del hotel en donde se encontraban hospedados. Amanda y Michael, se encontraban en los camastros alrededor de la piscina, mientras que Tracey y Jimmy discutían y se insultaban dentro del agua.

— ¡Oh Michael, estas vacaciones son increíbles! Es justo lo que necesitábamos —Exclamó Amanda emocionada acomodándose en el camastro mientras acercaba una margarita a sus labios observando todo a su alrededor.

—Costó unos cuantos, de los grandes, pero supongo que se los debía después de todo lo que los hice pasar —Respondió Michael a su esposa con un tono sin importancia.

Amanda se sentó al lado de Michael con la intención de besarlo. —¡Te amo mi egocéntrico, sarcástico y nada tacaño, esposo!

Michael río suavemente sujetando a Amanda por la cintura para continuar con la acción que ella sugería. Cuando el sonido de su móvil lo distrajo, un "¡Ring, ring!" Interrumpió el momento haciendo que la burbuja de tranquilidad explotara al instante.

—¿Debes responder? — Pregunto la señora de Santa con curiosidad

Michael respondió a su esposa —No debería. —Dudó al mirar el número que le marcaba la pantalla, este llevaba por nombre "Desconocido". —Quizá lo mejor sea ignorarlo.

El teléfono volvió a sonar de manera insistente, él no quería responder, tenía la corazonada de que no debía hacerlo, sin embargo, la curiosidad fue más grande y se preguntó a sí mismo "¿Qué es lo peor que podría pasar?"

Frunció el ceño y acercó el celular, no sin antes dar una última mirada al número desconocido —Hey.

Una voz ronca y profunda respondió al otro lado. —Michael Townley.

Sin quererlo se tensó al escuchar su viejo nombre, el cual había quedado enterrado en el pasado cuando fingió su muerte y del cual, en teoría, nadie sabía.
Preocupado y exaltado se puso de pie y se alejó de Amanda.

—¿Qué pasa, Michael?, — Pregunto su esposa asustada y ya un poco preocupada.

Justo antes de responder su hija gritó de una manera quejumbrosa como era costumbre — ¡¡PAPÁ, JIMMY ME DIJO PERRA!! —Jimmy le lanzó agua en la cara a Tracey y una discusión más fuerte se desató entre los hermanos de Santa.

Los gritos y la curiosidad de Amanda lo exasperaron, haciendo que se alejara de donde estaba su familia para poder escuchar mejor.

—¿Quién carajos eres? — pregunto Michael de manera hostil y seria, pero a la vez, tenía un ligero toque de preocupación en el tono.

—Por tu bien, no te conviene ponerte difícil. Estás en nuestros dominios. —"¿Tono amenazante? ¿Ahora qué diablos está pasando?" pensó.

—¿Tus dominios? Mira amigo, sólo estoy de paso, en unos días nos largamos y no daremos más problemas. —Cerró el puño golpeando con fuerza un muro cercano a él.

—Sr. Townley, o quisiera decir, Sr. De Santa, Verá, le tenemos una propuesta de trabajo que no podrá rechazar. —El sujeto del otro lado del teléfono quería negociar, pero Michael no tenía paciencia para hacerlo, ya no más.

—No sé quién carajos seas o si lo sepas, pero estoy retirado.

—Estoy seguro que usted Sr. Townley —la voz al otro lado fue burlona al mencionar su difunto apellido, — Lo siento quise decir Sr. de Santa, seguramente conoce a Los Santini.

Michael que en silencio unos segundos, dudoso de responder, suspiró pesadamente y respondió. —La mafia italiana más peligrosa de los últimos años, liderada por dos dementes. Sí, los conozco.

—Está hablando con uno de ellos, Giovanni Santini, fundador de esta gran familia. Tiene suerte, Sr. De Santa, al ser contratado a distancia y no de manera directa.

—Mierda —Susurró Michael. —Escuche, sea lo que sea que necesite, estoy retirado y demasiado viejo para ello. El dinero no es problema, puedo recomendarle personas que cumplirán con lo que sea que necesite sin dudarlo.

Michael no quería regresar a esa vida, Michael Townley estaba muerto y había estado muerto por un largo tiempo junto con su vida delictiva. Ahora Michael de Santa tenía una familia y dinero para vivir tranquilo, no necesitaba un trato que lo expusiera nuevamente a él y a su familia.

—Oh no, no, no ha entendido, usted ya está dentro. Quiero a un profesional y experto, no alguien de segunda. Y usted es el cabecilla de su pandilla de ladrones. Debo recordarle que está dentro de mis dominios, negarse podría costarle muy caro a usted y a su inestable y espantosa familia. —Giovanni Santini amenazó a Michael de Santa.

—Ok, entiendo. Déjalos a ellos fuera. ¿Qué debo hacer?

Michael no podía exponer a su familia, casi los pierde una vez y no permitiría que sucediera de nuevo.

Giovanni rio detrás de la llamada, —Ya nos estamos entendiendo, tu único trabajo es proteger un elemento peculiarmente importante e indispensable para nosotros. Muchos enemigos lo están rastreando, pero jamás podrán dar con él, o eso espero. Es por ello que recurro a usted.

De Santa accedió. ¿Qué tan difícil podría ser cuidar de un paquete de lo que fuera? Bastaría con mantenerlo oculto y fuera del radar enemigo. Fácil, ya lo había hecho antes.

— De acuerdo y supongo que, debo ir a donde está el "elemento".

—Eventualmente, lo hará. Ya se encuentra en Vinewood, su ciudad; bajo resguardo. Le daré los detalles cuando vuelva. Hasta entonces, disfrute sus vacaciones.

Michael suspiró pesadamente. —Entendido. ¿Algo más? —Dijo en tono sarcástico.

—Sí, destruya su celular, evitará que rastreen la llamada.

— ¡¿Qué?! ¡No! Lo acabo de comprar. —La llamada fue cortada. —¡Carajo!

Lanzó su equipo móvil al suelo pisándolo fuertemente repetidamente hasta que quedó destruido. Estaba furioso, cuando el celular quedó destruido no paró de aplastarlo. Hasta que pareció reaccionar, su familia estaba ahí. Al notarlos, les dio la espalda y comenzó alejarse de ellos. Amanda, que había observado todo, se apresuró a acercarse a él, ya había visto antes ese pesado y enojado caminar.

—¿Michael? —Su esposo estaba hundido —¡Michael! —Gritó al ser ignorada. Reconocía esa mirada y esa postura. —Dime que no es lo que estoy pensando.

—Si estás pensando en coger, estás equivocada. — Amanda ignoró el primero comentario y reclamó.

— ¡Michael! Prometiste que ya no más.

Michael la enfrentó parando en seco, sabía que lo había prometido, hacía falta que se lo recordara.
—No tuve opción. ¡Puta Madre!

 𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓𝐄𝐃 ✞ 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒍 𝑫𝒆 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora