15. Como en casa

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Gustabo fue llevado con prisa al hospital

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Gustabo fue llevado con prisa al hospital.

Por el camino, la pareja no pudo evitar pasar por alto las señales de tránsito, evadiendo los semáforos y las señales que indicaban la contra vía; realizaban curvas prohibidas, a la vez que su velocidad sobrepasaba lo normativo. Ignoraban las posibles consecuencias de su manejo desenfrenado, como lo eran la posibilidad de causar un accidente automovilístico.

Para ellos, su única prioridad era velar por el bienestar del rubio, a quien trataban de mantener consciente. ¿Seguir las normas? ¡Qué va! Ahora mismo eso no era importante.

La salud iba por sobre la ley.

Antes de partir hacia el hospital, Evans se había encargado de lavar la herida de García, evitando que la exposición que tuvo al estar al aire libre causara una posible infección; había colocado la cabeza del menor bajo el chorro de agua, echando jabón de manera delicada. Hizo un parche con su camisa, con ese pedazo que había rasgado, limpiando también todo rastro de gel.

Al ser una prenda nueva, se aseguraron de que el parche improvisado no hiciera un daño peor a la herida. De esta manera, al llegar al hospital la herida no tendría tan mala pinta.

Por el trayecto, de los labios de la pareja salió más de un insulto; uno dirigido para su compañero, al causante de esa situación, y otros más para sus superiores.

¿Cómo era posible que en la sede no hubiera ningún botiquín? Lo encontraban inaceptable. ¿Qué harían en una situación de emergencia? Esa fue una clara señal de que debían prevenir, antes de lamentar.

Michelle tendría de ahora en adelante uno en su oficina.

Al llegar a urgencias, corrieron con la suerte de haberse cruzado a un paramédico familiar, uno que había atendido en más de una ocasión a Gustabo. Él los guio a su consultorio, acomodando en la camilla los objetos necesarios para tratarlo.

Se sintió alarmado al ver el estado del rubio, como su sangre aún parecía fresca. Con una palidez moribunda, sus acompañantes se veían igual. Temía preguntar que ocurrió realmente. De igual forma, Claudio tuvo que preguntar si aquello había ocurrido en horario laboral.

No podía evitar preocuparse por Horacio; por más que los límites entre ellos se hubiesen trazado, veía en el chico un amigo.

—¿El accidente ocurrió en horario laboral? ¿Hay más de un herido? — Verificando las espaldas de la pareja, vio que nadie más venía tras de ellos.

—No, no ocurrió en el trabajo. Fue solo él quien salió herido...—explico la mujer— ocurrió un altercado en el que se vio involucrado sin querer.

—¿De qué manera ocurrió la herida? —Cuestiono, mientras le indicaba a Freddy donde dejar a Gustabo.

El rubio se encontraba inconsciente.

𝐓𝐨𝐮𝐜𝐡 𝐦𝐞, 𝐡𝐨𝐧𝐞𝐲; 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨𝐰𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora