21. Efímero

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Los recuerdos que le mostró James a Gustabo, fueron del primer instante en el que dieron un paso en el pueblo

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Los recuerdos que le mostró James a Gustabo, fueron del primer instante en el que dieron un paso en el pueblo. Puntualmente, del día en el que, en compañía de Horacio, registraron sus nuevos nombres; Joe Johnson y James Rodríguez, los nuevos alías que usaron para pasar desapercibidos, que les sirvieron a su vez como una nueva forma de crear su nueva vida.

Hacer uso de un nuevo nombre, les daba la oportunidad de entrar en un nuevo papel, en una nueva instancia que ayudaría a la creación de la persona que se deseaba ser, aquello permitía la salida de esos límites debido a que no se trataba del "yo" original.

Ante esa posibilidad, no fue un misterio afirmar que uno de los nombres trascendió más allá de una simple titulación, generando en el proceso una nueva fragmentación, una identidad. Tampoco fue erróneo reconocer que, desde el principio, su nombre estaba destinado a esa utilidad.

En parte, esa fue una de las razones por las que Gustabo vio esa escena, como él llegaba y realizaba el cambio de papeles en un lugar de dudosa procedencia, donde el olor putrefacto llegaba con facilidad a su nariz.

Revivir eso fue necesario para que él se situara en el momento, formando de manera consecutiva un espacio para James, quien tenía como propósito el contarle su historia, el relatar los acontecimientos vividos en ese paraje.

Por eso, luego de mostrar esa primera escena, tras ella prosiguieron otras más, unas que se proyectaron en una serie de ráfagas; con una rapidez que mareaba al espectador, las luces impactaban sin descanso.

Y James... bueno, no se disculpó por haberlas proyectado con tal rapidez, no cuando tenía prisa a la hora de colocar la evidencia de las experiencias vividas, mostrando con fuerza como Gustabo no llego allí por azares de la vida. Él quería exponer que los acontecimientos siguieron unas pautas lineales, casi predichas, dándole un significado bastante fantasioso.

El destino había orquestado ese paradero de una manera muy extraña, opino García al momento de ver todas esas imágenes, al percatarse de la forma tan única en la que su vida se había desarrollado.

Mientras él continuaba divagando sobre lo singular de la situación, James aprovechaba esa oportunidad para exhibir de manera breve los sucesos fundamentales que ocurrieron debido a que "buscaban una nueva vida".

Con tan solo el uso de esas cuatro palabras, la formación de esa oración poco sustancial logró sacudir a Gustabo, causando que se viese perdido, pero no al punto de abandonarse a sí mismo. Él comprendía, después de todo, que la vida que estaba viviendo constaba de escapar de muchas cosas; de memorias, de personas, de instantes que se marcaron en su piel.

Y, si bien en un principio resulto desconcertante escuchar su propia voz resonar de esa manera, él logró dar cuenta del cariño que tenía James por El Pueblo, como ese sitio marco un antes y un después en su corazón; como se volvió un punto de disfrute, en un espacio hogareño donde los cuestionamientos por parte de los pueblerinos no eran varios.

𝐓𝐨𝐮𝐜𝐡 𝐦𝐞, 𝐡𝐨𝐧𝐞𝐲; 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨𝐰𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora