20. El Pueblo

1.4K 206 82
                                    

El fin de semana ya había llegado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El fin de semana ya había llegado.

Con unos días bastante cargados en los que Gustabo, en compañía de la pareja Trucazo-Evans, trazaría un recorrido en busca de la sombra del pasado de García, ellos estaban bajo la expectativa de dar con una de las pistas que los ayudarían a tejer su vida en ese momento.

Significaba encontrar una identidad fragmentada, un amor perdido.

Ese movimiento, por supuesto, suponía un conflicto, donde las ansias aumentaban exponencialmente.

La pareja, además de haber alistado de manera previa las maletas que contenían sus artículos personales, junto a mudas de ropa, habían realizado una ligera investigación. Gustabo en su momento se negó, pidiendo que por favor no lo hicieran, debido a que aquel fantasma que ahora los atormentaba, fue alguien importante para uno de ellos.

No por ello, ellos no podían evitar estar alertas, mucho menos al ver el misterio que envolvía la situación. Para la pareja suponía una normalidad el vivir de esa manera, sin la tranquilidad del descanso, viendo la cotidianidad de una manera poco común.

Esa se volvía la razón por la que esa visita al "pueblo" los hacía sentir tan incómodos. No podían negar que la situación era muy extraña.

Sin embargo, comprendían cuando era el momento de hacer algo. Actualmente, su única responsabilidad era acompañar al menor, siendo el apoyo que requería. Por eso ellos trataron de apaciguar las fuertes sospechas que se levantaban, concentrándose en otra cosa, como lo era encontrar que prendas llevar puestas. Eso servía para focalizar su atención en algo más sencillo, algo que no tuviese que ver con las razones "detrás de cámaras".

Debido a su nuevo actuar, ahora ambos se encontraban en un nuevo conflicto: el no saber qué ropa llevar puesta. Con una sensación del deber bastante latente, la pareja pensaba en lo muy presentables que debían de estar. Que la apariencia de ambos debía mostrar su alcance, su poder, sin llegar a un punto donde sus intenciones se podían malinterpretar. Tenían que destacar a su manera, resaltando lo más llamativo de sí. Hacer muchas cosas para dar muy buena imagen, demostrando que, como la nueva familia del chico, ellos eran unas personas maravillosas.

—Joder, siento que vamos a conocer a la pareja de nuestro hijo—dijo Trucazo al pensar en la situación.

Gustabo se quedó corto con su explicación, limitando la situación al encuentro con un chico que conoció en el pasado, ofreciendo la única información de una residencia, y un lugar. A su parecer, eso se volvía un actuar sospechoso, ¿Acaso vivían en una comedia romántica en la que los amantes se encontraban años después, amándose como la primera vez?

Él no aceptaba esos pensamientos, no de solo pensar que el chico se alejaría de ellos para caer rendido en brazos de alguien más.

No podría soportarlo.

𝐓𝐨𝐮𝐜𝐡 𝐦𝐞, 𝐡𝐨𝐧𝐞𝐲; 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨𝐰𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora