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En dónde en la Universidad de Seúl llega un nuevo maestro de música que dará clases para los alumnos de tercer año.
Pero no es un maestro cualquiera, digamos que es el maestro más deseado tanto por alumnos como po...
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Pov Madre de Jimin.
-Hola, amiga, ¿Cómo estás? Necesito de tu ayuda... - esperé a que me hablarán del otro lado del teléfono.
-¡Oh! Por supuesto, solo dime qué tengo que hacer y lo hago.
-Por teléfono no puedo contarte ¿Te parece si nos vemos en tu casa?
-Claro, no hay problema, ven te espero.
Y sin más la llamada finalizó y me dirigí rumbo a la casa de mi amiga.
Subí a mi auto y arranqué hasta allí.
Al llegar bajé y toqué el timbre que tenía esa gran casa, espere unos minutos hasta que la empleada de aquel hogar me abrió. La saludé e ingresé al lugar.
Al abrir la puerta, mi amiga ya se encontraba sentada en el sofá.
-Hola ¿Cómo estás, señora Park? ¿A qué se debe tu repentina llamada?
-Deja de llamarme así, señora Min.
-¡Oye! - nos reímos- bueno, vayamos a lo importante, cuéntame qué pasó
Me senté junto a ella y empecé a hablar.
-Verás, hoy me llamó mi hijo para que lo fuera a ver y él estaba mal, muy mal...
-¿Qué le pasó? ¿Está bien?
-Lo que pasa es que YoonGi ha empezado a trabajar como maestro de música en una Universidad y esa Universidad es la misma en dónde va mi hijo.
-¿Y no le pone feliz eso? Por lo que yo sé, Jimin ama tener cerca a YoonGi y pensé que estar en la misma Universidad lo pondría feliz.
-Eso mismo yo pensé pero él me dijo que le gusta tener cerca a YoonGi pero lo que no le gusta es que halla muchas personas detrás de él - dije tristona- es que nadie sabe que ellos están casados y Jimin no quiere que YoonGi esté en problemas ni que lo despidan y ni que él fuera expulsado.
-¿Y qué tienes planeado hacer?
-Bueno, quiero que busques el álbum del casamiento de ellos y yo buscaré las de ellos más chicos e iremos en la Universidad y hablaremos con el director y le contaremos la situación.
-Eso es una gran idea, así ellos pueden andar como parejas en la universidad sin estar viéndose a escondidas de los otros ¡Me encanta! Todo sea por nuestros niños.
-Todo sea por nuestros niños - repetí lo mismo.
Después de esa charla me quedé un rato más a tomar un café y hablar de diferentes cosas.
Luego me tuve que ir a mi casa y buscar el álbum que tenía que buscar.
Mañana iríamos una hora después de que empezaran las clases ya que no queríamos que nos vieran nuestros hijos.
