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En dónde en la Universidad de Seúl llega un nuevo maestro de música que dará clases para los alumnos de tercer año.
Pero no es un maestro cualquiera, digamos que es el maestro más deseado tanto por alumnos como po...
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–A-amor~... mhg~ Y-yoonie~... - gemía a la par en que movía mis caderas y bajaba mis manos por su cuerpo hasta llegar a su remera para poder sacarsela hasta que YoonGi frenó todo movimiento que hacía- ¿Q-ué pasa? ¿P-por qué t-te detienes- no podía hablar bien por lo agitado que estaba.
Eso provocó una fuerte punzada en mi pecho y una opresión en mi corazón, más un nudo en la garganta. De la nada me dieron ganas de llorar y más cuando unas palabras pasaron por mi mente.
"Ya no te desea, ya no te quiere"
–Oh, entiendo, t-tú ya no me qui-quieres - dije soltando un sollozo.
–¿¡Qué!? No, amor, no es eso, por supuesto que te quiero, yo te amo, bebé - dijo acercándose a mí y tomando mi rostro con sus manos, limpiando las pequeñas lágrimas que había soltado- no digas esas cosas.
–Entonces, ¿Por qué no quieres hacerlo? - dije con un pucherito.
–Mañana tengo que ir temprano a la empresa, Minnie.
Lo miré sorprendido y triste.
–¿Q-qué? P-pero tú me dijiste que no ibas a ir, que estarías conmigo todo el día, ¡t-tú me lo prometiste! - mis lágrimas volvieron a salir.
–No llores, por favor, odio verte llorar - se acercó para abrazarme pero yo me quité rápidamente y me acosté en la cama, dándole la espalda y apagando la lámpara de mesa.
–Buenas noches, Yoonie.
–Minnie, bebé, por favor... - estuvo unos segundo en silencio- te amo.
Yo no dije nada, estaba en silencio queriendo darme la vuelta para abrazarlo, besarlo y estar con él.
–No, esto no va a quedar así - no entendía lo que quiso decir. De pronto sentí que YoonGi me daba vuelta, quedando boca arriba, y él se subía encima mío.
–¿Q-ué haces? Bájate ahora - dije removiéndome para que se bajara, pero él tomó mis muñecas y las sostuvo por encima de mi cabeza.
–No lo haré, no quiero que nos vayamos a dormir estando así, no quiero que estés molesto conmigo, no quiero verte mal, no quiero verte llorar por mi culpa, solamente quiero verte feliz, quiero que al dormir me des el beso que siempre me das, nuestro beso de las buenas noches, diciéndonos un "te amo" y que nos durmamos abrazados cómo siempre - cada que hablaba iba aflojando su agarre en mis muñecas. Yo lo miraba en silencio con mis ojos aguados.
–Está bien, Hyung - susurré mirándolo a los ojos.
–No lo está - igualmente susurró con un tono triste- se que no voy a cumplir mi promesa de estar juntos toda la mañana, pero te prometo que sí cumpliré el estar contigo en la tarde y en la noche, bebé - tomó mi rostro- mañana tengo que ir a la empresa porque vendrán unos hombres que harán negocios con mi padre y él necesita de mi presencia, yo... Iré pero te prometo y esta vez lo cumpliré, que apenas terminemos con la reunión vendré rápido y estaremos juntos.
–No te preocupes, Yoonie, está bien - saqué sus manos de mi rostro y lo empuje suavemente para que se baje de encima mío, me levanté de la cama e iba a irme al baño, pero su voz me detuvo.
–¡Saldremos! - volteé confundido- mañana en la noche saldremos juntos, tú y yo, iremos a tu restaurante favorito - se levantó de la cama y camino hasta mí, parándose delante mío.
–Mi restaurante favorito, ¿De verdad? - dije con un brillo en mis ojos- ¿Iremos ahí?
–Por supuesto que sí, ¿Te gusta la idea? - asentí tímido - iremos al lugar en donde te había pedido que fueras...
–... Que fuera tu esposo, que me casara contigo - terminé su frase y sonreí al recordar el momento en cuando me pidió matrimonio- hace mucho que no vamos a ese restaurante y volver a ir en ese lugar sería muy lindo -sonreí nostálgico.
–Es cierto, ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas cómo te lo pedí? - asentí sonriendo- bueno, eso será mi compensación por dejarte mañana en la mañana. También saldremos a otros lados.
–Prométeme que haremos todo lo planeado y que el Domingo también estarás conmigo todo el día ¿Sí? ¿Me lo prometes? Por la garrita - levanté mi dedo meñique en su dirección para que él también levantara el suyo y la uniera con el mío.
–Por la garrita - me sonrió para luego levantar su dedo meñique y unirlo con el mío - ven, vamos a la cama, bebé - me alzó como princesa y me llevó a la cama para luego dejarme suavemente en esta.
Cuando me dejó en la cama él se subió también y atrajo mi cuerpo hacia él.
–¿Quiénes irán, Yoonie? - pregunté ya que siempre iba una empresaria que le ponía el ojo a YoonGi y eso no me agrada. Él me miró sin entender- en la reunión.
–Ahhh, estarán ahí obviamente mi padre, los empresarios de las empresa Shin, Kim y yo también.
–¿Shin? - susurré con mi ceño fruncido - ¿Estará esa mujer?
–¿Quién? ¿Shin Suran? - asentí- oh, emm, no lo sé... Creo que sí ¿Por qué?
–Por nada - dije abrazándolo más.
–Bebé, dime qué pasa - dijo besando mi cabeza.
Suspiré y hablé.
–Esa mujer no me agrada, ella siempre que va a la empresa está tras tuyo - me quedé en silencio pensando hasta que una idea vino a a mi mente haciéndome sonreír.
Rápidamente me subí encima de YoonGi y sin dejar que él hablara acerqué mi boca a su cuello tomando un poco su piel y empezar a succionar, morder y besar en ese lugar. Seguí así durante varios segundos haciendo que YoonGi se quejara un poco del dolor y de la ¿Exitación?.
Me alejé lentamente de él y lo miré a los ojos con un rostro de inocencia.
–¿Qué fue eso? - dijo sin comprender mi actuar y pasando la yema de sus dedos por la zona recién marcada.
–Nada, solamente quise hacerlo - levantó una ceja y yo suspiré- bueno, es para que ella lo viera y sepa que tú ya tienes a alguien en casa esperándote. Cada que se te acerque muéstrale eso y ya está - sonreí satisfecho y feliz- ¿Te gusta?
Busqué un espejo y le mostré la marca que tenía en su cuello.
–Si viene de tí me encanta - me sonrió coqueto.
–Kyaa~ - me removí feliz y él rió por mi actitud - bueno, ahora tenemos que dormir ¿Sí?
Él asintió sonriendo.
Me acerqué a sus labios y las uní con los mios.
–Te amo, Min YoonGi.
–Y yo a tí también te amo, Min Jimin.
Nos dimos otro beso para luego acomodarnos en la cama y dormir abrazados.
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