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En dónde en la Universidad de Seúl llega un nuevo maestro de música que dará clases para los alumnos de tercer año.
Pero no es un maestro cualquiera, digamos que es el maestro más deseado tanto por alumnos como po...
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–Bájame aquí, Yoonie - dije tomando mi mochila que estaba en el asiento trasero.
–Bien, bebé - dijo para luego estacionar el auto una cuadra antes de llegar en la Universidad.
Me acerqué hasta él y le dí un beso.
–Te amo, nos vemos - le acaricié sus mejillas.
–También te amo, amor.
Bajé del auto y empecé a caminar. YoonGi arrancó el auto y se fue.
Hoy ya era viernes, el fin de la semana y mañana ya podría descansar de la Universidad y pasar todo el fin de semana con mi esposo.
Eso es lo que me pone más feliz. El estar todo el día con él y darnos mucho amor, salir a algún lugar, a cocinar y comer juntos. Hacer cosas de parejas que en esta semana no pudimos hacer.
Al llegar pude ver a YoonGi hablar con unas maestras, no le dí importancia y empecé a caminar hacia mi salón. En el camino me encontré a Tae y a Kookie muy melosos.
Tae tenia sus manos en la cintura de Jungkook, mientras que éste tenía sus brazos alrededor del cuello de Tae. Ambos besandose.
No quise molestar así que me fui rápidamente en mi salón. Hoy tendría literatura así que cuando llegué y me senté en mi lugar correspondiente empecé a sacar mis cosas. A los minutos empezaron a llegar los otros alumnos y detrás de ellos llegó la maestra de literatura.
–Buenas tardes, chicos... - empezó a hablar de cosas que no entendí ya que no estaba prestando atención hasta que unas palabras hicieron que la mirara- Hoy leeremos una historia romántica.
Todos empezaron a decir "Uhhhh"
–¿¡Acaso está enamorada, profe!? - gritó una.
–bueno... Sí lo estoy, ustedes lo conocen... Es un hombre muy apuesto, atento, educado y amable... Él es un sueño - suspiró enamorada.
–¿¡Quién es!? - gritó otro.
–Pues, es el maestro YoonGi - dijo feliz.
Mi rostro cambio completamente a uno molesto pero la oculté bajando mi cabeza. Sentí la mano de Tae sobre mi hombro, sobándolo y diciéndome en un susurro "Tranquilo, no la mates", haciendo que me riera silenciosamente.
–Estoy bien - le susurré.
–Pero él está casado, profe.
–Lo sé, pero soñar no cuesta nada, además, si su esposa no lo sabe no pasará nada - dijo pícara y todos excepto tres personas rieron.
Esas eran Irene, Tae y yo.
Irene por obvias razones, que es que a ella le gusta YoonGi.
Tae porque es amigo tanto de YoonGi como mío y ama vernos juntos a nosotros dos.
