Hatake Kakashi

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(Corrigiendo... ).

Especial 10k 01/10

Pedido de:  StarBlue_22
Advertencia: OS extenso.

Senju Hanan había pasado toda su vida huyendo, hasta que una generosa hija de un Feudal importante en el País del Fuego la acogió, brindándole protección y adoptándola.

Su clan era temido por naciones enteras que buscaban extinguir aquella poderosa y extraña energía que emanaban los miembros del clan Shinu; incluso su propia aldea natal alguna vez intentó borrarlos del mapa después de la muerte de su abuelo, Senju Tobirama, por lo que sus padres se vieron en la obligación de huir para salvar sus vidas.

Hanan nunca conoció a su abuelo y nació fuera de Konoha, recordaba la vida de prófuga que le había robado su niñez y obligado a sus padres a entrenarla hasta desfallecer. Todo cambió para ella cuando Lady Hikaru la adoptó después de la prematura muerte de sus padres. De hecho Senju Ryuu se suicidó después de la muerte de su esposa, Shinu Aimi; la vida de un Shinu no duraba mucho que digamos, el Akai consumía mucha energía vital con cada uso y controlarlo era sumamente difícil.

[Akai se denominaba a la energía contraria al chakra común, heredada por el clan materno de Hanan, el clan Shinu. Akai era el poder que se buscaba destruir a toda costa, o sólo usarlo como arma].

Hace tan solo unas horas, Hikaru, hija del señor Feudal, fue tomada como rehén por Suna a cambio de una gran cantidad de dinero. Se sabía de la desventaja económica que pasaba el País del viento, pero no pudieron predecir que su desespero fuese tanto.

Al estar dentro del país del Fuego, la única opción viable que el señor Feudal, Hideki, veía era contratar a ninjas de Konohagakure, en especial al relámpago amarillo de Konoha, del que últimamente se hablaba maravillas.

—Hanan, conozco tu capacidad y sé que estás preocupada por Hikaru; he decidido aceptar tu solicitud de ir en su búsqueda —le informó a la albina, quien se encontraba apoyada con una rodilla en el suelo y la cabeza inclinada—, pero deberás acatar a las órdenes de los shinobi que he contratado para esta búsqueda. Aún corres peligro y sé que a mi hija no le gustaría que te pongas en riesgo por su culpa. Tengo la certeza de que el relámpago amarillo es de confianza y puedo informarle parte de tu situación.

No, a Hanan no le agradaba para nada la idea de que Konoha metiese sus narices en ese asunto. Konoha traicionó a sus padres —actualmente muertos— e intentaron matarlos por "un bien mayor".

Hanan enfundaba la espada azul que, según su padre, perteneció al gran Senju Tobirama, su abuelo. La Senju estaba lista para partir y sabía que sus "invitados" esperaban en el salón principal.

—¡Hanan! —llamó su "abuelo", bueno, lo llamaba así porque Hikaru solía repetirle que ahora ella era su madre, por lo tanto el padre de ella sería su abuelo.

La peliblanca ingresó al gran salón, que daba aspecto de una sala de rituales por la cantidad de velas al rededor. La Senju se sentó al lado de su abuelo en silencio, sin pretender decir palabra alguna.

“¿Se supone que ellos traerán a Hikaru-sama de vuelta?”, sin siquiera intentar evitarlo, frunció el ceño y miró a cada uno de los integrantes del equipo 7 sin disimulo; logró incomodarlos lo suficiente.

—Ella es mi nieta, Hanan, los ayudará en la búsqueda de Hikaru —comentó el señor Feudal, con un leve tono de vergüenza por la actitud de la Senju. Él tenía conocimiento de la historia de Hanan, ella fue sincera desde el primer momento en el que conoció a Hikaru y sabía lo incómoda que podría estar.

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