Con un sonrojo Kyoko miraba la gran puerta que daba entrada al complejo Hyūga. Su corazón palpitaba frenético y sus manos temblaban aún agarrando una pequeña cajita. Ese día era su, quizá, última oportunidad de poder insinuar un avance en su casi relación con el chico de ojos aperlados, Neji Hyūga.
La guerra se había anunciado y los Shinobi de Konoha se movilizaban para ir al campo de batalla. Kyoko no era ninja por lo tanto se quedaría en la Aldea para resguardarse al igual que el resto de civiles.
Antes de que los ninja de Konohagakure se preparan para avanzar a su encuentro con las demás aldeas aliadas, Kyoko quería poder ver a Neji ya que los últimos días había estado muy ocupado con el manejo estratégico de ataque de su clan, solía estar en reuniones y verle era bastante difícil por no decir imposible.
"Tú puedes Kyoko, que no te intimide la gente alrededor, tu puedes, tu puedes, tu pue..."
—Kyoko-san. —Una delgada voz sobresaltó a la peliablanca qué, sin poder evitarlo, soltó un pequeño gritito—. Disculpe por asustarla pero, ¿qué hace por aquí? —Hinata notó el sonrojo de la contraria y de inmediato tuvo una idea del por qué de su presencia—. Viene a ver a Neji-niisan, ¿verdad? —La pregunta de la Hyūga fue respondida con un asentimiento tembloroso—. Él también ha ido a buscarla, en estos momentos debe estar por su casa, será mejor que se apresure. —Aquel comentario había resultado bastante sorpresivo para Kyoko.
—Muchas gracias, Hinata-sama —inclinó su cabeza en forma de agradecimiento y casi de inmediato salió corriendo hacia su hogar, rogando que Neji siguiera por ahí.
Su maratón terminó cuando llegó a su patio y logró ver al joven Hyūga sentado en su entrada. Intentó regular su respiración, su garganta le ardía y una sensación de adormecimiento invadía sus extremidades inferiores. Una vez que pudo recuperar un poco la compostura, se acercó al muchacho que había notado la presencia de la chica a kilómetros.
Neji se levantó y se acercó a la peliblanca.
—Te estuve esperando. —El Hyūga no era muy bueno expresándose y no sabía cómo empezar.
—Yo te fui a buscar y... y Hinata-sama me dijo que estabas aquí —se explicó con las mejillas sonrosadas, debido a que su cuerpo aún sufría por el gran recorrido que tuvo que pasar corriendo para llegar.
—Kyoko, mañana partiré y no estoy seguro de siquiera volver con vida. —El joven Hyūga intentaba ser lo más delicado posible, el rostro afligido de Kyoko le estaba empezando a hacer dudar si debía proseguir o no. "Si no se lo digo ahora, tal vez no pueda hacerlo después".
"—Quiero decirte que eres una persona muy importante para mi, has estado a mi lado desde hace mucho y estoy agradecido de que hayas sido esa luz que necesitaba para poder encontrar una razón más para vivir. —Neji había ensayado por toda una noche el qué, decirle a la chica que le volvía loco para expresar lo mucho que la quería, claro que sin la ayuda y consejo de su prima nunca se habría aventurado a siquiera preparar algo—. Desde que te conocí he aprendido muchas cosas, te quiero tanto que daría mi vida por ti, apostaría todo por ti y también podría cambiar todo de mi, solamente por ti. —Los dos sentían una revolución entera en sus corazones, ambos estaban seguros de sus sentimientos y querían expresarlo—. Me apena bastante el que haya esperado a que se anunciara una guerra para poder decirte lo mucho que me importas. Soy bueno para muchas cosas pero cuando estoy a tu lado me siento un completo fracasado por no tener la valentía de amarte como tanto quisiera; porque tú, Shirou Kyoko, tú me has otorgado la libertad que tanto he estado buscando, a tu lado no soy un Hyūga de la rama secundaria, no soy el prodigio de mi generación o un Jounin de Konoha, a tu lado solamente soy yo y te agradezco por eso. —Inevitablemente los ojos de Kyoko se empañaron conmovidos por el gran impacto que las palabras de Neji habían ocasionado en su ser.
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One-Shots ||Naruto||
Short StoryTodos los personajes, a excepción de los oc's, son propiedad de Masashi Kishimoto.