Capítulo 5 "Orígenes".

83 7 5
                                    

Por favor, detén

esta pesadilla de todas las noches

tu mano está tan cerca pero a la vez tan lejos.

Ahora dime

ese nombre que deambula alrededor de mis labios,

el significado de este triste sueño.

Mi corazón está atascado en un laberinto de recuerdos

Sálvame.

Eternally - TXT



La suave brisa de una tarde despejada revolvió la falda rosa pastel del vestido femenino, alborotó los mechones pelinegros, la mujer contuvo una sonrisa al sentir la pequeña mano desprenderse de su agarre. Ladeó el rostro con curiosidad, solo para encontrar al niño rastrillando su cabello con rapidez.

—Aigo amor... ¿Te despeinó el viento? ¿Quieres verte guapo? — musitó divertida, acuclillándose frente a él. A pesar de llevar las uñas sin barniz, lucían cortas y bien cuidadas en los dedos largos y femeninos, su toque fue delicado mientras acomodaba con dulzura las hebras azabaches— ... te verías más guapo si sonrieras — puchereó ella.

El corazón de la mujer se derritió cuando el niño dejó al descubierto los pequeños dientes y las encías gomosas. Llevó ambas manos a su pecho y ladeó el rostro con ternura, antes de acercarse y dejar un beso en la frente de su hijo para ponerse de pie y dar un rápido vistazo al parque.

Volvió a acuclillarse con un asentimiento.

— Ya lo sabía — presumió con orgullo — mi niño es el más guapo del parque.

Aunque las mejillas se colorearon con vergüenza, fue imposible para el menor contener la sonrisa que volvió a dibujarse en su rostro.

— Dices eso porque eres mi mamá... — replicó en un susurro tímido.

—Aigoo, ¡Min YoonGi! — la mujer se llevó una mano al pecho dramáticamente — ¿Cómo puedes acusarme de esa manera?... hieres mi corazón.

YoonGi negó con la cabeza.

—¡No! — chilló riendo.

—¡Sí! ¡Me duele! — gritoneó ella, comenzando a reír. Las personas que pasaban cerca del curioso par les observaban con sendas risitas debido a las expresiones de ambos.

—¡Está bien! ¡Soy guapo! — se carcajeó el niño — pero que ya no te duela por favor.

La mujer sonrió, aun permanecía en cuclillas cuando se movió con torpeza arrastrando los pies para dejar un beso en la mejilla sonrojada.

—Ve a jugar— colocó ambas manos sobre sus ojos, haciendo desparecer su rostro un instante para volver a mostrarlo en un ademán juguetón — yo vigilo.

El pálido asintió enérgicamente antes de echar a correr.

Se puso en pie, su mirada esmeralda siguió cada paso del menor hasta que le vio sentarse en uno de los columpios y buscar impulso para comenzar a balancearse. La luz primaveral del sol bañaba el cabello completamente negro de su hijo, haciéndolo ver lustroso, brillante; el azul eléctrico de la pequeña camiseta resaltaba la palidez de su piel y en definitiva ella habría sido más feliz si no supiera que los pantalones que el niño portaba eran de segunda mano. Los había comprado en una barata por unos pocos wons y había cambiado los botones y puesto parches, su trabajo era impecable, lo suficiente para que nadie pudiese notarlo. No importaba de todos modos, ella lo sabía, que no era capaz de darle a su hijo ropa decente.

CRIMINAL│YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora