Capitulo 6

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Narra Claire:

Los tres días pasaron y, cumpliendo con su palabra, Thomas volvió a Birmingham.

Después, todos los hermanos Shelby, menos Ada, se fueron en Viernes Santo. Sinceramente, no entendí muy bien que era lo que harían.

Mientras tanto, yo fui hacia la casa de apuestas por que me aburría y no sabía que más hacer. Mí abuela se quedó en la tienda.

-¡No es justo!- protestó Esme.- ¡Ellos salen a beber y a cazar con sus rifles y nosotras soportamos a sus clientes mal hablados que escupen en el suelo que nosotras limpiamos!- compartí una mirada con Lizzie, ambas sabiendo que Esme no limpiaba por su embarazo.- Parecen perros orinando en la pared. Yo solo digo que no es justo. Los hombres se pasean como reyes.

-Esme, solo... concéntrate.- le dijo Polly, la cual parecía estar llorando.

-¡Tengo 5 meses de embarazo!- contestó antes de aspirar Dios sabe que cosa.

-Olvide la combinación.- se quejó Polly apoyada en la puerta de la gran caja fuerte.

-24 y 22.- respondió Lizzie.

-¿Cómo sabes la combinación de la caja?- inquirio Polly.

-Thommy habla cuando está dormido.-

-Cierra la boca, Esme.- la calló Lizzie.

-Cambio la combinación.- protestó. Lizzie se enderezó y caminó hacia donde Polly estaba.

-Te equivocaste.-

-No es cierto.-

-Te tiemblan las manos.- abrió la caja luego de poner la combinación y Polly la volvió a cerrar unos segundos más tarde.- De hecho si, me acuesto con Thommy, ¿De acuerdo?- confesó Lizzie. La mire, sorprendida.- A veces por que el quiere. A veces cuando está de humor. Pero no dormimos juntos. Es difícil dormir sobre un escritorio.- el silencio reino unos momentos.- ¿Satisfechas?- añadió mirándonos a todas.

-¿Por que me miras a mí?- le pregunté.- Yo no quería saberlo.- ellas rieron.

-Nada de esto es justo.- volvió a quejarse Esme.-

-Esme, soy capaz de hacer tu trabajo si solo te callas.- le dije.

~•~

Alguien golpeó la puerta de entrada con fuerza.

-¿No pueden esperar para cobrar su dinero? Bastardos estúpidos.- suspiré con cansancio al escuchar a Esme quejándose... de nuevo.

-¡Esta bien, soy yo!- grito una voz desde afuera. Polly abrió la puerta y Linda, la esposa de Arthur, entró.- Arthur dijo que habría falta de personal hoy por que salieron de excursión.- dijo la rubia.

-Se fueron de juerga.-

-Traje sandwiches y limonada que hice yo misma. Serviré te y limpiare ceniceros, pero no voy a contar billetes. Arthur dice que hacen cosas ilegales, no inmorales.-

-Depende a qué hora llegues, Linda.- contestó Esme.

-Y en fin... quiero ofrecerles mí apoyo físico y espiritual si lo necesitan.- la mire con el ceño fruncido, confundida por su extraño comentario.

-Si lo que quieres es ayudar...- le dijo Polly.- ve a la tienda y tráeme 20 cajas de cigarrillos. Lizzie tiene mucho cambio.- miro a la recién nombrada.

-Claro que no.- respondió ella riéndose. Sonreí.

-De hecho, pagaré con mí dinero, Polly.- presumió Linda.- Y antes de que todas se rían a mis costillas, tengo un mensaje para ustedes.

-¡Ay Dios, Linda! Yo ya fui a la iglesia. ¿Y tu?- le dijo cansinamente Polly.

-Polly, no es un mensaje de Dios. Es de Jessie Eden.- respondió Linda.

-¿Quien es Jessie Eden?- pregunto Polly.

-Es la capataz de la fábrica Lucas en Sparkhill.- contesto.

-¿"Capataz"?- inquirio Esme. Yo las miraba a todas confundida, sin saber a dónde iba esta conversación.

-Convocara hoy a todas las trabajadoras de los talleres para que estalle la huelga. Protestaran por ser obligadas a trabajar en día santo. Por las condiciones pobres, falta de días festivos, baños antihigiénicos y sueldo más bajo por ser mujeres.- informo.- Aparentemente, todas la fábricas de mujeres en la ciudad se reunirán para protestar solidariamente y saldrán de sus trabajos para marchar en la plaza de toros.- los golpes en la puerta indicaron que algunas personas querían entrar.- Son bienvenidas las trabajadoras oprimidas.

-Esos bastardos salieron de caza y yo con 5 meses de embarazo aquí encerrada como presa.- creo que no hace falta decir quién hablo, ¿O si?

-Solo hay un sanitario para todas nosotras - habló Lizzie y yo empezaba a saber en qué terminaría esto.

-Sin consultarnos.-

-Trabajo en un escritorio jodido.-

-Señoritas, creo que quienes marchan en Viernes Santo tienen a Dios a su lado.- rodé los ojos disimuladamente. No era muy creyente de Dios y Linda hablaba de él cada dos por tres.

Los golpes y gritos de afuera siguieron exigiendo la entrada.

-Al carajo.- suspiro Polly.- No estoy de humor hoy.- sonreí divertida por lo que vendría.- Iremos a la plaza de Toros.- solté una risita, emocionada.

-¿Puedo ir?- pregunté y Polly me miró.

-Esta bien. Pero no te metas en problemas o tu abuela me matará.- me apunto, amenazante, y mí sonrisa se ensanchó.

-¡Aleluya!- gritó Esme

Tome mí abrigo y seguí a las demás hacia afuera, en donde había varios hombres esperando entrar, pero se tendrían que quedar con las ganas.

¡Nos vamos de huelga, carajo!

𝐑𝐞𝐝𝐡𝐞𝐚𝐝 || 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora