Capitulo 23

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Mientras Polly iba a abrir la puerta para dejar pasar a Michael y a una chica rubia, yo me senté en la barra y acerque a Finn por los hombros, sujetándolo de una forma indirecta para que no haga una locura. El rodeo mi cintura con su brazo izquierdo, observando a Michael y su acompañante con desconfianza.

-Thommy, quiero presentarte a mi esposa.- Finn y yo nos miramos con incredulidad.- Y también quiero decirte algo.

-Sientate, Michael.- ordeno Tom.

-Te traicione.- mis cejas se fruncieron en una mezcla de confusión y molestia.

-¡Michael!-

-Pero solo en mi corazón.- ¿Que diablos estaba diciendo?- Hubo un momento, en América, en que había mucho dinero en el banco y pensé que podría irme, mudarme a California. Alguien dijo que debería invertir en películas. Hollywood. Pero Gina me detuvo. Gina dijo...

-Te dije que te sentaras, Michael.- Tom lo interrumpió. Michael obedeció.- Ahora dime...- su tono de voz parecía mortal, bajo y amenazante, capaz de asustar hasta al hombre más valiente del mundo.- ¿Que paso en ese barco? En el muelle de Belfast.

-En el viaje desde Nueva York nos casamos. Encontramos un testigo. Un sobrecargo. Es de Belfast. Nos hicimos amigos.- divagó.

-¿Que paso cuando el barco atracó?-

-Unos amigos de este sobrecargo tenían una destilería en el condado de Tyrone, buscaban la forma de meter su producto en América y yo dije; "Está bien, que suban a bordo". Cuando llegaron me di cuenta de que no hacían whisky. Eran escoceses, de Glasgow. No podía entender ni una palabra de lo que decían. Empezaron a maldecir, así que le pedí a Gina que se fuera. Entonces empezaron a hablar de ti, Tom. Dijeron que Thommy Shelby estaba acabado. Que la política lo había acabado. Y la cabeza ya no le servía, que era hora de actuar y que yo podía ser parte de esto.

-Crei que no podías entender nada de lo que decían.- murmure, pero gracias al silencio que nos rodeaba, todos pudieron escucharme a la perfección.- Es irónico que si hayas podido entender que querían derrocar a Thomas.- Michael y Gina voltearon a verme con seriedad, aparentemente enojados. Finn apretó más su agarre en mi cintura.

-Sabian sobre el dinero que perdimos en América. Dijeron que ibas a culparme.- ignoro mis palabras y siguió.- Que tenías una bala con mi nombre.

-¿Tu que dijiste, Michael?- pregunto Tom.

-No tuve tiempo de decir nada. La policía subió a bordo. O al menos creí que eran policías, ellos...-

-¿Eran de la IRA?-

-Exacto.-

-¿Y los otros hombres, de Glasgow?-

-La comandante del IRA, dijo que los hombres de Glasgow se hacen llamar Billy Boys.-

-Malditos Billy Boys.- murmuró Arthur.

-Yo no se quienes son los Billy Boys.-

-Controlan a cada hombre en cada mina de carbón de cada astillero al este de Glasgow. Tienen lazos con la FVU, en Belfast. Protestantes, pandilleros, también se meten en política. Ya sabrás. Son armas para revueltas facistas.- dijo Arthur.

-Pero no hiciste nada, Michael. Ni siquiera sabías quienes eran.- intervino Polly.

-Estaba muy ocupado deseando darles la buena noticia.- Gina se acercó a el.- La razón por la que Gina y yo nos casamos en el barco es que Gina está embarazada. Vas a ser abuela.- agarro la mano de la rubia.

Todos en el pub nos quedamos callados, ya sea por el asombro o por el shock. Nadie sabía que decir. Incluso Polly miro a Thommy como si estuviera pidiéndole ayuda.

-De acuerdo, Michael.- asintió Tom.- Te creo. Bienvenido a casa. Los felicito. Pero recuerda, tu futuro hijo es testigo de lo que dices.

-¡Thomas!- regaño Polly.

-Y va a nacer de acuerdo con eso.-

-¡Vete al diablo!- Michael se levantó, furioso, acercándose a Tom, pero Arthur y Finn lo detuvieron antes de que iniciara una pelea.

-¿A dónde crees que vas?- espetó Arthur.- ¿Acaso estás loco?

-Ya es hora de que te vayas de aqui, Michael.- dijo Finn, serio. Desde aquí podía ver lo molesto que estaba mi novio por las estupideces de Michael. Se notaba que no lo soportaba mucho.

-¡Maldito imbécil!-

-Pero no eres libre, Michael. ¿O si?- Thommy continuo, ignorando el enojo de Michael.- Nos hiciste perder mucho dinero. Te dije que vendieras, pero no lo hiciste. Y ahora quiero que me pagues lo que me debes. Hay trabajo que hacer, riesgos que tomar. Antes éramos cercanos, ahora te quiero aún más cerca.

-Michael, cariño.- Gina se acercó a el.- Mira a tu primo. Está en problemas, ¿No? Te necesita.- y como si fuera una sirena, su voz engatuso a Michael, y creo que no fui la única que se dió cuenta. Gina tenía a Michael Gray comiendo de la palma de su mano, y ella lo sabía.- Anda, mi amor. Vámonos.

-Esa chica es la definición perfecta de una maldita víbora.- murmure, recibiendo las miradas de todos.- No me cae bien.

-No eres la única, Claire.- dijo Polly y, no sin antes darle una mala mirada a Tom, salió del Garrison.

𝐑𝐞𝐝𝐡𝐞𝐚𝐝 || 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora