Capitulo 21

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1929
(Basada en la quinta temporada de Peaky Blinders)

Narra Claire:

Finn me beso mientras aceleraba sus embestidas. Lleve mis manos a su espalda, clavando mis uñas en su piel y sintiendo el gruñido de Finn contra mis labios. Tres embestidas después, ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo, recuperando el aire perdido. Su cabello castaño estaba desordenado gracias a las muchas veces que pase mis manos por el, su frente y cuello estaban un poco sudados por la reciente actividad y sus labios estaban hinchados.

Yo, seguramente, tendría el pelo esparcido por toda la almohada, los labios igual de hinchados y los ojos llorosos por el placer de hace unos momentos.

-Feliz Aniversario.- murmuró y me beso. Sonreí en la mitad del beso y lo acerqué más a mí.

-Feliz Aniversario.-

El sonido del teléfono nos interrumpió, obligándonos a separarnos, aunque no nos levantamos.

Finn bufo y se levantó de la cama, caminando hacia el teléfono aún desnudo. Mordí mí labio mientras lo observaba, no necesitaba decir que Finn era muy guapo.

-¿Thommy?- fruncí el ceño. Tom estaba aislado de todos, disfrutando con su familia de una especie de "vacaciones", aunque eso no quiere decir que haya dejado los negocios. El día que eso pase, haré una fiesta.- Está bien.- colgó y se apresuró en vestirse.

-¿Que paso?- me pare y tome mí vestido que estaba en el suelo, vistiéndome.

-Thommy quiere que acompañe a Aberama y a Isaiah en un trabajo.- se terminó de poner el saco y después tomo su abrigo. Se lo puso y lo acompañe hasta la puerta del departamento, al abrirla pude ver un auto gris con Aberama y Isaiah adentro.

-Ten cuidado.- lo tomé del antebrazo antes de que se fuera.- Tal vez vaya a visitar a Ada en Londres, hace mucho no la veo.- él sonrío, le encantaba que la relación que tengo con su familia sea buena.

-Esta bien, tranquila. Todo estará bien.- me beso y después se acerco al auto, guiñandome un ojo antes de irse.

~•~

Londres

-¿¡Qué diablos está pasando?!- habíamos ido de compras con Ada, lo que no esperábamos era que al regresar nos encontraramos con un Finn herido de bala, a Aberama sacando la bala y a Isaiah sosteniendo a Finn para que no se moviera mucho.

-Diablos.- mascullo Finn.

-¿Estás herido? ¿Por que mierda estás herido? ¿¡Acaso estás loco!?- me acercaba a ellos mientras hablaba, con una expresión de entre molesta y preocupada.

-Claire, tranquila. Estoy bien.- trató de tranquilizarme. Lo miré y creo que mí cara le dijo todo, por que el agachó la cabeza para no mirarme.

-Usted dos salgan de aquí.- le ordenó Ada a Aberama y Isaiah, quienes salieron del lugar.

Agarré un trapo que había cerca y me aproxime a Finn, sentándome a su lado y apretando la herida para que no saliera sangre. El castaño no tardó en quejarse por la fuerza que empleé.

-Lo siento mucho, Ada. Rompieron una estatua de una mujer delgada.- se apresuró en disculparse.

-Al diablo las estatuas.- contestó Ada.- ¿Que te dijo Thommy?- se sentó en el espacio libre del sillón.- Los Shelby no nos involucrarnos.

-¿Que? ¿Para mantener la maldita reputación?-

-¡Oye!- Ada le dio una leve cachetada y yo me reí, recibiendo una mirada fulminante de Finn.- Escúchame, tenemos una oportunidad. Thommy nos dio esa oportunidad. Tiene poder, tenemos dinero y nuestro pasado ya quedó atrás. Y tu tienes toda una vida, Finn estupido idiota. 10 centímetros a la izquierda y estarías muerto.- levanté la mirada, alarmada, y después lo mire a Finn, dándole una cachetada.

-Imbecil.- el me sonrío, sabiendo que lo hacía para descargar mí enojo y preocupación de alguna manera.- No tienes nada que demostrar y lo sabes, Finn ¿Entiendes? No tienes nada que demostrar.

~•~

Estaba en la tienda dando órdenes de un lado al otro. Después de la gran remodelación que los Shelby le hicieron a la tienda, había contratado a algunas personas para que me ayudarán a hacer los vestidos. Justo ahora estaba hablando con una chica sobre un nuevo diseño que, una vez hecho, se mandaría a Francia. La tienda se había convertido en una pequeña empresa de moda, la cual exportaba ropa a Italia, Francia y Estados Unidos.

La campana de la puerta llamó mí atención. Levanté la mirada para encontrarme con Finn, quien se veía un poco alterado. Me hizo una seña y ambos subimos las escaleras hacia el segundo piso para hablar con más privacidad.

-La bolsa de valores cayó.- comentó Finn. La noticia fue tan inesperada que me tomo un par de minutos entender a lo que se refería.- Michael perdio 500.000 libras en Nueva York.

-Mierda.- caminé por la oficina.- Thommy y Arthur deben estar como locos.

-No tienes idea.- Finn se acercó a uno de los muebles que estaba pegado a la pared, tomando un vaso de vidrio y sirviéndose un poco de whisky.

-Lo solucionarán. Siempre lo hacen.- lo abracé por la espalda.

𝐑𝐞𝐝𝐡𝐞𝐚𝐝 || 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora