Capitulo 24

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Mientras que Finn se iba con Isaiah y Arthur al Garrison para hablar con un tal Bill Grade, yo me quedé en la tienda completando algunos papeles para comprar exóticas telas de China.

Mis pensamientos vagaron por todo lo ocurrido en los últimos dos años, desde el primer día que Tom, Polly y Finn pisaron está tienda, hasta la muerte de mi abuela y después mi mente me llevo a mi reciente aniversario con Finn.

Todos esos recuerdos me llevaron a recordar a mi madre, a quien no veía desde el día en que mate a Luca Changretta. Ella misma había desaparecido del mapa, supongo que alguien le habrá avisado sobre la muerte de su "adorado yerno" y decidió huir cuando se dió cuenta de que yo tenía la protección de los Peaky Blinders.

Sinceramente, si ella no hubiera desaparecido, yo la habría hecho desparecer.

~•~

Una semana después, en el aserradero del tío Charlie, Finn y yo nos acercamos a Polly, quien había llegado junto a Tom.

-Feliz cumpleaños, Polly.- Finn le dió un beso en la mejilla y le entrego un par de rosas rojas. Sonreí, enternecida.

-Feliz cumpleaños.- la abrace y sonreí cuando nos separamos. Sonrisa que ella me devolvió. Busque en el interior de mi saco y le entregué una pequeña cajita plateada.

-Claire...- regaño. Sonreí como niña traviesa y se lo dí. Ella suspiro, resignada, y lo abrió. Adentro había una pequeña cadena de oro, delicada. Su dije era una rosa con un diamante en el centro y pequeños rubíes a su alrededor.- Es hermoso, Claire.

-Ea un regalo por parte de ambos.- refiriéndome a Finn y a mí.- Quiero que mañana pases por la tienda. Tengo un diseño que deseo que te pruebes. Ese será mi regalo individual.- le guiñe un ojo y fui con Finn.

-Creces mejor en la mierda, Pol.- dijo Charlie.

-Curly, sirve cervezas, ¿Si?- pidió Thommy, prendiendo uno de sus cigarrillos.- El tren a Londres sale en una hora. Arthur, Michael, vendrán conmigo.

-Thommy, tengo que llevar a Gina al hospital.-

-Hace una semana, uno de nuestros hombres de confianza fue asesinado por Jimmy McCavern. El hombre que veremos en Londres está creando lazos con Jimmy McCavern, cancelen sus compromisos. Y Ada llevará a Gina al hospital.-

-Eso hacen las mujeres.- añadió Arthur, ganándose un golpe de mi parte en sus costillas. El se inclino hacia adelante por el dolor y dejo escapar un quejido. Se incorporo y carraspeó.- Excepto Claire...- Polly lo miro indignada.- Y Polly. Ellas no hacen eso. Tienen...- titubeó.- Mucho carácter como para hacer esas cosas. Ya sabes.- volvió a carraspear.

Finn rio junto a los demás.

-Y Michael, limpia las mierdas de tu zapato antes de entrar a mi auto.- Tom siguió avergonzando a Michael.

-Michael, van a atacarte hasta que tu caso se compruebe y entonces será tu turno, pero sobretodo el mío.- le dijo Polly.

-Polly, ve al hospital y habla con Aberama Gold. Dile que tenemos una estrategia para vengar a su hijo. Que no se precipite. Y dale el pésame por parte de toda la familia.-

-¿Por qué yo?-

-Por que Aberama Gold está enamorado de ti. Y tiene un nuevo corte, y el olor de tu perfume podría aliviar su pena.-

Sonreí.

-¿Tu lo sabías?- me preguntó Polly.

-Era cuestión de observar un poco.- me encogí de hombros.

-Thommy, hoy cumplo 45 años.-

-45 años y sigues rompiendo corazones, ¿No?- levantó su vaso.- Por Polly.

-Por Polly Gray.-

-Feliz cumpleaños, Polly.-

-Curly, prepara un vagón para enviar el alma de Bonnie Gold al cielo. Isaiah, trae sus guantes de boxeo para quemarlos junto a su cuerpo. Michael, trae el Bentley. Debemos abordar un tren... Y no olvides limpiar la mierda de tus zapatos.-

Reí en voz baja junto a Finn.

~•~

Aquella misma noche, Finn y yo decidimos cenar juntos en mi departamento. Bueno, nuestro departamento. Básicamente, Finn ya se había mudado.

Finn ponía la mesa mientras yo cocinaba.

-¿Quieres que traiga vino o prefieres whisky?- pregunto mientras abría la alacena.

-Agua.- el volteo a verme.- Bebés mucho mientras trabajas, trata de tomar un poco de agua al menos cuando estás aqui.

-Bien.- se encogió de hombros y agarró la jarra de vidrio para llenarla con agua y dejarla en la mesa.
Habiendo terminado con la mesa, se acercó a mí y rodeo mi cintura con su brazos, apoyando su cabeza en mi hombro y dejando besos en la piel sensible de mi cuello.- Estás hermosa, Claire.- susurro cerca de mi oído.

-Gracias.- sonreí, distrayendome por sus besos.- Parece que alguien está necesitado de cariño.

-No tienes idea.- delineó la curva de mi cuello con sus labios, rozando la punta de su lengua con mi piel.- No dejo de pensar en el momento de volver a verte cuando estoy afuera. De desear tenerte conmigo...- me obligó a girar y me acorraló contra la encimera.- Mi mente me castiga cuando estoy lejos de ti, me tortura pensando en tu cuerpo, en tu voz, en tus ojos.- sonreí.

-Te has puesto cursi, mi querido Finn Shelby.- murmure contra sus labios.

-Deberías guardar esta conversación en lo más profundo de tu mente para recordarla por siempre, por qué dudo que lo cursi me salga seguido.- me besó con dulzura, sin apuro, aprovechando el tiempo, que para ambos era eterno cuando estábamos con el otro.- Te amo, Claire.

-Te amo, Finn.-

𝐑𝐞𝐝𝐡𝐞𝐚𝐝 || 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora