Capítulo 13: La tumba mítica

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El calor reseco y el polvo me causaron una extraña maldición.

—Tus estornudos son muy tiernos Sponchi.

Gruñía amenazadoramente luego de emitir un leve (y al parecer tierno) ruido a causa del malestar en mi nariz.

—Es temporal, esta zona siempre tiene mucho polvo a causa de las corrientes de aire frío y caliente que chocan por la ladera.

—Señor Laculino ¿Qué tipo de metal estamos buscando?

El anciano nos guío por un sendero oculto entre ramas secas y árboles muertos de apariencia tenebrosa. El sitio se veía bastante distinto del bosque por su aridez y naturaleza muerta.

—Es un metal mítico, según la leyenda un monstruo en armadura cayó hecho pedazos en esta parte del bosque. El impacto provocó el levantamiento de la tierra formando estás montañas y un risco, que en realidad es parte del cráter. Con las eras, los restos del monstruo se cubrieron de polvo y hierbas, quedando restos de su osamenta y armadura al descubierto. No es seguro quedarse mucho tiempo, pues se dice que la energía residual absorbe la energía vital de los seres vivientes. Por eso la erosión y las plantas muertas.

—Entonces estamos saqueando el metal de una tumba...

—Algo así muchacho. Este es un lugar prohibido para los novatos y mineros sin licencia, pero a mí lado no corren ningún riesgo.

Tanto Kato como yo tragamos saliva. Por todas partes había cadáveres de animales resecos y en estado de momificación.

Algunas aves de rapiña volaban sobre nosotros como prediciendo nuestro ruin destino. Pero el anciano seguía a paso seguro, subiendo por la intrincada serpiente de roca hasta que llegamos a una altitud considerable y entonces fuimos capaces de ver los vestigios del cráter.

Entre el polvo y roca, había vidrio producido por el calor del impacto, se podía ver la roca fundida y solidificada formando ondas, una falla tectónica descubierta con roca sedimentaria expuesta, y entre todo ese caos silencioso, filones de hierro encantado.

No era simple hierro mágico, podía sentir los encantamientos brotando de los núcleo de cada átomo.

Si mis sentidos no me engañaban, era el metal residual de la armadura de un dios antiguo.

Me tense al ver a Kato y al viejo bajar al interior del cráter. Mis patas se resistían a dar un paso más. Sentía que era impropio profanar el lugar de reposo de los restos desmembrados de un ser que alguna vez compartió mi estatus. O que quizá fue por mucho superior a mi.

Sin querer comencé a quejarme como un cachorro y Kato regreso a ver qué me ocurría.

—¿Ocurre algo Sponchi?

—Siento que no es correcto. No puedo profanar la tumba de un dios caído.

Kato abrió los ojos como si no supiera la gravedad de la situación. De hecho su ignorancia me parecía comprensible. Pero del anciano, de el si dudaba que no supiera que ese metal no era uno cualquiera. Algo no me daba confianza.

—Mmm... ¿Cómo se llamaba ese dios? Creo que según la historia era Torgonlord, el dios gato Montes.

Mi quijada se fue hasta el suelo. Torgonlord era...

Jajaja, ese gato gordo había intentado retarme en mi montaña y lo mandé a volar.

Kato se sorprendió al verme mover la cola y orinar la tumba del dios caído. Yo no podía evitar levantar las patas como si brincara a cada paso con la lengua de fuera.

—¿Le pasa algo a tu cachorro?

—No, no lo sé, creo que ya se rompió.

Jojojo me moría de ganas por saber a qué distancia lo había enviado, tan fuerte era yo, que ese tonto dio a parar en un lugar de bajo nivel. Jajaja.

El viejo sabía lo que hacía, tenía un pico especial encantado con magia demoniaca que le facilitaba mucho la extracción del metal. El chico tuvo que sangrar bastante antes de poder empuñar la herramienta sin desmayarse, yo también sentí el daño pero creo que Laculino sospechaba de las habilidades ocultas del mocoso.

La regeneración rápida de Kato no debía ser expuesta tan a la ligera y trate de gruñir al acercarme a Kato para advertirle.

—Oye, niño no bajes la guardia.

Kato se mostró confundido con mis palabras repentinas. Laculino no le quitaba la vista de encima.

—Es suficiente, vamos a casa, mi esposa les tiene preparado un baño purificador.

Después de dejarle un regalito café y caliente a los restos de Torgonlord me puse a caminar entre Kato y el viejo. Mi instinto me advertía de algo, pero no sabía que.

—Muchachos, que bueno que llegan, tomen un baño, la comida está lista en un instante.

—¡Muchas gracias señora Margareta!

Los dos vejestorios humanos eran excesivamente amables con nosotros, sin embargo, la forma cautelosa de actuar al rededor de Kato al usar sus habilidades me desconcertaba, no podía sacarme de la cabeza la forma en que Laculino observaba a Kato cuando empuñaba el pico endemoniado.

Entonces, algo me saco del trance.

—Estas muy sucio Sponchi.

Un desnudo Kato me tomo del pellejo y me arrojo a una tinaja llena de agua caliente.

—¡Aghhhgaaa!

Sentía que me ahogaba y comencé a mover las patas como nunca lo había hecho.

—¡Sabes nadar!

—¡Claro que no idiota! Sácame, sácame de aquí.

Esa fue la segunda humillación más grande de mi vida, aunque lo peor vino después... Apestaba a lo que los humanos llaman perro remojado. No paraba de gruñir, incluso cuando me sirvieron la comida.

—Kato, Margareta y yo queríamos proponerte algo.

—Umm, si dígame señor Laculino.

Los viejos se tomaron de la mano y dejaron de comer, Kato bajo su tenedor y espero atento a que los dos hablarán.

—Sabes, nosotros teníamos otro hijo, pero falleció cuando tenía más o menos tu edad.

—Oh, lo lamento mucho.

Deje de comer para prestar atención a la conversación, pude percibir olores denotando tristeza.

—Gracias, pero no es de lo que queríamos contarte.

Esta vez era la anciana la que hablaba, prosiguió mientras su rostro se tornaba más serio.

—Divanio es hábil con el arco, lamentablemente nunca tuvo las aptitudes de su hermano mayor con la forja demoniaca. Pero tú si Kato, el alma de Erineto y la tuya son compatibles, y sus cuerpos también.

De pronto sentí el ambiente más pesado, algo estaba a punto de ocurrir, los dos ancianos se veían diferentes, hasta Kato pudo percibir el cambio de aura y de nivel.

Entonces, de entre el fuego de la chimenea, ví algo asomarse sobre las ascuas, dos ojos brillantes como soles y una horrenda sonrisa repleta de dientes.

🐺🐺🐺

Hola!

Trataré de retomar esta historia y publicar más seguido hasta completarla, espero no alargarla mucho jaja. Pero siempre me pasa que escribo de más y más jeje

Gracias por leer!!! 🐺🏔️✨

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2021 ⏰

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La legendaria mascota del cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora