Esᴄʟᴀᴠᴀ Dᴇʟ Eᴄʟɪᴘsᴇ - Ɱιɳαყҽσɳ.

Capitulo 22: Especial Sana

En una gran casa, en un cuarto también muy grande despertaba una japonésa de apellido Minatozaki y de nombre Sana. Ella despertó gracias a la alarma de su celular, que con muy mala gana la apago, ella se sentó en la cama y antes de que pudiera hacer algo otra japonésa entró a su habitación con el desayuno en manos.

-お誕生日おめでとう、妹- exclamo con mucho entusiasmo a lo cual se traduce como "Feliz cumpleaños hermanita" Sana se asustó un poco pero cuando vio que era su hermanastra le respondió con mucho amor.

-Gracias Momo-chan- la mayor de las dos dejó la comida en la pequeña mesa de noche y abrazo a su hermana y mejor amiga.

***

Las hermanas Minatozaki-Hirai caminaban por los pasillos de aquel colegio tan famoso y algunas de las chicas que pasaban le iba dando cartas o regalos acompañado de una "Feliz cumpleaños Unnie" Porque bueno apesar de que Sana o Momo no eran tan famosas, su reputación era envidiable y muchas chicas del colegio tenían como crush a estas dos japonesas y pues quien no? Con lo hermosas que son y el gran carisma que se cargan las japonesas, enamoran a cualquiera sin importar tu género. En pocas palabras si eres hombre es imposible que seas gay con sus presencias y si eres chica te voltea como una tortilla.

Pero la única persona que les importaba a las hermanas japonesas era una chica de tez muy blanca, unos ojos tan rasgados que se puede decir que son inexistentes y con una actitud que enamora a muchos. Pero ese es el problema, aquella chica era solo una y las hermanas son dos, además de que realmente, ninguna de las dos sabía que les gustaba la misma chica..... Aunque eso cambiaría este dia.

-Unnie's Hola- se acercó la misma chica de la que hable hace un momento.

-Hola Dubu- contestaron como si estuvieran conectadas, después le dieron una sonrisa de oreja a oreje.

-Sana Unnie toma, hoy es tu cumpleaños y quise darte un pequeño regalo- la menor de todas le entregó una caja a la japonesa y ella la abrió, encontrándole un pequeño collar que tenía grabado su nombre.

-Oh gracias Dahyun pero no era necesario- Sana le dio una sonrisa compasiba.

-Si bueno la verdad si quería dartelo..... Ven deja te lo pongo- Sana se dio la vualta, entregandole el collar a Dahyun y dejando su cabello a un lado para que la menor lo pudiera poner bien.

-Gracias- fue lo único que dijo la japonesa.

-Me voy Unnies, pero las veo en el receso, adios- la menor se despidio y fue corriendo al lado de su amiga de apellido Son.

-Dahyun es un amor- dijieron al unísono, parecía que ese día las hermanas estaban conectadas.

-Me gusta Dahyun- y nuevamente al unísono, solo que las dos se quedaron mirando por unos segundos los cuales parecieron una eternidad.

-A ti que?- rompió el silencio Momo.

-Nono espera, te gusta Dahyun- esta vez fue Sana.

-Claro- dijo Momo, Sana fruncio el ceño pero no parecía confundida más bien parecía enojada.

-A ti no te puede gustar Dahyun porque me gusta a mi!- exclamó un poco más alto.

-Ja y porque no, si yo la ví primero- le contestó con el mismo tono.

-Pero que dices? Si fui YO quien la vio y conoció primero-

-Si bueno y que importa quien la vio primero, me gusta y que? Que vas a hacer al respecto? - Momo parecía que quería retar a Sana pero Sana no estaba de acuerdo.