El pasado tiene cosas buenas, malas, y procesos por los que nunca se quiere volver a pasar, pero con todo y eso, vale la pena avanzar, porque el pasado no se puede cambiar. En el pasado hay conversaciones inmortalizadas que al recordar pueden cambiar nuestra forma de pensar.
Pero, vivir en el pasado no permite que las heridas sanen a profundidad, porque mirar atrás es como volverse a lastimar.
En ocasiones, se quiere volver al pasado para rectificar un error, pero es claro que no se puede.
Éste tiempo verbal va con la gente en todo momento, cuando un individuo exhala, realiza un acto que ya hace parte del pasado.Dejar atrás las buenas experiencias es duro, porque incluso se llega a pensar que nunca se puede vivir algo igual, pero el pasado puede ser un trampolín para volar, y con la ayuda de Dios un paisaje mejor se puede hallar, es decir, el pasado por más lindo o feo que sea, puede ser un resorte que te impulsa para que puedas convertirte en alguien con una mejor versión.
Salomón, quien fue rey de Jerusalén, entre otras cosas, nos enseña lo siguiente:
10 No añores «viejos tiempos»;
no es nada sabio. Eclesiastés 7:8 (NTV).A veces, uno vive en el pasado, imaginando y reviviendo experiencias y sentimientos que ya debiesen estar sepultados.
En muchos casos el pasado esta cargado de melancolía y esto es sinónimo de que no se ha sanado una herida.Cuando el predicador Salomón nos dice que no añoremos viejos tiempos, es porque eso nos atrasa, no nos deja ver lo que Dios está haciendo con nosotros en el presente, y puede hacer en el futuro.
Dejar de añorar el pasado no es fácil, pero más difícil es desaprovechar la vida inmortalizando momentos que se deben soltar para poder avanzar.
Cuando nosotros dejamos de querer revivir lo que ya pasó, empezamos a caminar sin carga en el corazón.
Hay acontecimientos del pasado que son aprendizajes, dicha enseñanza es la que se debe rescatar y utilizar para no volver a fallar en una situación similar.
Hay personas que hicieron parte de nuestra vida por un tiempo determinado y se fueron, unas siguieron su vida, otras tristemente fallecieron, y dejaron un agujero en el alma difícil de coser, pero incluso en dichas situaciones, hay que seguir adelante, así sea arrastrándose.Lo importante es salirse de la laguna del dolor, es normal no saber cómo, porque sientes la cabeza hecha un nudo, pero es ahí donde debes ir corriendo a Dios, y acostarte en sus brazos de amor, Dios te escucha, y no es indiferente a tu dolor. Te vas a recuperar, poco a poco vas a reinventarte, con Dios en tu vida los malos momentos también pasan.
Dios dice por medio de su palabra:
11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. 13 Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:11-13 (NVI).No andes con nada del pasado que pueda lastimarte, siempre Dios puede darte algo mejor, te puede llevar a donde nunca imaginaste, porque los pensamientos del Dios altísimos están muy encima de los tuyos.
ESTÁS LEYENDO
Un Joven Diferente
SpiritualComo jóvenes, es vital ser diferentes entre la multitud, más aún, si somos cristianos, porque Dios nos llamó a dar buenos frutos, a no ser iguales. Aquí encontrarás experiencias personales, palabra de Dios y consultas, desde temas como el amor hast...