VIII. PRESENTE | P. 2

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Pide perdón, perdona y avanza.

Mientras caminemos por esta vida vamos a ofender y a ser ofendidos. En el momento que identifiquemos que hemos herido a alguien, reflexionemos al respecto, pidamos perdón de corazón, con sinceridad y la firme convicción de no cometer el mismo error, haz tu parte de pedir perdón, deja que la persona se tome el tiempo necesario para perdonarte, y avanza con tu vida, ya hiciste tu parte.

cuando desobedezcas a Dios, la biblia dice:
14 y si mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la prosperidad a su país. 2 Crónicas 7:14 (DHH).

Este pasaje bíblico es muy claro en cuanto a lo que debemos hacer cuando le fallamos a Dios, y nos afirma que Dios nos escucha, perdona y prospera.

Por otro lado, perdonar es fundamental para vivir en paz con nosotros mismos, sanar llagas emocionales, liberar presos espirituales, y reconstruir relaciones interpersonales.

Para tener una vida libre de amargura es necesario perdonar. No siempre quien te falló va a venir a pedirte perdón, no todo el mundo tiene la valentía para hacer ésto, es más, puede que aquella persona ni se esté dando cuenta que tú estás sufriendo por ella, pero tú debes decidirte a perdonar a quien te está causando dolor.
Muchas veces nos preguntamos hasta cuándo me van a herir, hasta cuándo me van a ofender, hasta cuándo me van a menospreciar, hasta cuándo voy a estar en la misma situación, y la verdad es que nos van a seguir ofendiendo, pero es necesario dar un contraataque no con insulto, sino con perdón, puedes decirle a la otra persona que la perdonas, pero no es indispensable, es suficiente con realizar este proceso en tu interior y sanar tu corazón.

La biblia dice:
21 Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
-Señor, si un miembro de la iglesia me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces?
22 Jesús le contestó:
-No basta con perdonar al hermano sólo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre. Mateo 18:21-22 (TLA).

Aclaro, no hay que ser masoquistas, no hay que seguir en el mismo lugar o con la misma gente que te ofende sin compasión, y te maltrata sin razón, perdona sí, pero si puedes aléjate, recuerda que siempre hay algo mejor.
Es verdad, vamos a sufrir, pero es mejor dejar de cargar a gente que te golpea la cabeza constantemente.

Dale lo mejor de ti a Jesucristo, él te conoce perfectamente, sabe identificar lo que sientes aun cuando ni tú mismo entiendes, esfuérzate por obedecerle, la vida es mejor con él, hay esperanza de una vida mejor en él.
Jesucristo sabe valorarte a plenitud, tanto, que se entregó como el cordero de Dios para librarnos del castigo que merecemos por los pecados que hemos cometido, si le aceptamos a él y decidimos vivir como a él le agrada, aceptamos su salvación y su vida eterna.

Sepamos que debemos amar a las personas, pero Jesucristo debe ser la prioridad en nuestra vida, él debe ser el primero en nosotros, sabemos que él está sentado a la derecha de Dios padre, pero nos dejó al Espíritu Santo, quien nos ayuda, consuela, enseña, acompaña y ama, teniendo en cuenta ésto, hay cosas que sólo se las debemos entregar a Dios; como algún sueño de nuestro corazón, algún proyecto, que nos libere de la presión que hay en alguna área de nuestra vida, en fin, hay cosas que sólo se solucionan con la intervención de él, y que solo él valora sinceramente.

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Desde la escuela hacía todo lo posible por pertenecer al grupo de la gente popular, era como un reto estar ahí, cuando lograba estar dentro, me sentía rara, pensaba que era algo contrario a lo que yo en esencia era, sin embargo, si en el grupo tenían un novio, yo también tenía, si tenían un celular de x marca yo también lo pedía, y así por varios años me fui alimentando de basura, los del grupo no tenían la culpa, la culpa era mía por querer codiciar lo que otros tenían, y olvidarme de todo lo maravilloso que Dios me proveía.

Como jóvenes, muchas veces entregamos energías y tiempo tratando de encajar en un grupo, aunque en el fondo de nuestro corazón sabemos que no pertenecemos allí, todo lo que invertimos haciendo algo que nos perjudica, deberíamos invertirlo en pasar tiempo con Dios, hablando con él, dándole gracias, pidiéndole estrategias, sabiduría, discernimiento, paz, para vivir en victoria.

La palabra de Dios nos enseña:
6 »No den a los perros las cosas que pertenecen a Dios, ni echen delante de los cerdos lo que para ustedes es más valioso. Los cerdos no sabrán apreciar su valor, y los perros pueden morderlos a ustedes. Mateo 7:6 (TLA)

Lo más valioso
La mayoría de los jóvenes vivimos en la espera constante de una persona que nos acompañe en la vida, a veces, pensamos que la hemos encontrado, pero nos llevamos la triste noticia de que hemos desacertado, y en muchos casos nos aferramos a dicha persona aun sabiendo que no nos conviene, pero seguimos ahí, en el corazón equivocado.

No es sano dar siempre lo mejor de ti y a cambio recibir desprecios y malos tratos. Cuando te alejes, reflexiona, y rodéate de las personas correctas, no vale la pena alejarte de una persona que te hace mal para estar con otra que te hace peor.

Cuando Dios nos quita a la persona errada deberíamos celebrar, porque es una forma de desocupar el espacio que le corresponde a la persona idónea, recordemos que lo más valioso no se lo podemos entregar a quien no lo va a valorar.

33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. Mateo 6:33 biblia (DHH)

Cuando priorizamos a Dios él nos añade todo lo que necesitamos.
Centrémonos en dar buenos frutos, en obedecer a Dios y cuando menos lo esperemos llega él o la que es, ahí, sí será el corazón indicado.
Sigamos con nuestra vida, todo lo demás vendrá cuando menos lo esperemos.

Un Joven DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora