Destino ; Malec - omegaverse

Vigésimo Cuarto Capítulo

Habían pasado unos días en los que habían estado el tiempo juntos, teniendo cenas románticas y salidas muy escasas mientras el Omega se encargaba de idear alternativas o ver todas las posibilidades de como mantenerse a salvó y a su pareja sin tener que estar huyendo y acabar con el problema, aunque al ser solo él era más complicado.

—Deja eso un rato Magnus —hablo el alfa entrando a la oficina y cerró la laptop del Omega quien levanto los ojos y sonrió un poco ya que no había ido a dormir y ahí tenía a su alfa cuidándole.

—Esta bien, mañana sigo —se levantó de la silla y abrazo al alfa sintiendo el fuerte aroma que emanaba de él, sus labios hicieron una pequeña mueca de necesidad.

—Vamos a la cama—menciono el alfa y cargo al Omega en un movimiento rápido y este otro no demoro en enredar sus piernas en la cintura del alfa quien camino hasta la habitación dejandolo ahí.

Al estar en la cama el alfa se acomodo y después el de menor estatura se colocó casi encima de este para abrazarlo recargando su cabeza en el pecho del mas alto acariciando el pecho del alfa con su mano lentamente sonriendo por el brazo que le había sujetado más cerca, principalmente pensó que jamás iban a estar juntos o por lo menos iban a estar demasiado ensimismados en sus diferencias que la relación iba a ser complicada, pero contra todas sus líneas de pensamiento el se encontraba feliz junto a un alfa medio que se contradecía a la persona que conoció en un principio. Habían estado esos días conociéndose más a fondo, desde las cosas más tontas hasta cosas un tanto serías h comprendiendo el uno al otro y más que nada escuchando lo que el contrario tenía que decir.

Respiró hondo sintiendo el fuerte aroma del alfa quien simplemente sonreía al estar con su pareja en la cama, sin más que su simple presencia y calor para mantenerlo pleno. Sabían que pese a que se lleven bien y se entiendan habrían problemas que como toda pareja debían pasar, ellos estaban listos para eso porqué el amor que había despertado en sus almas era fuerte y sus lobos estaban tan unidos que sería imposible separarlos.

El rostro del Omega se movió y sonrió al alcanzar a observar con sus ojos brillosos el contrario quien le sonrió y se movió un tanto para besar los belfos rosaditos y finos de éste.

—Un día deberíamos ir al bosque juntos para que nos conozcamos en la forma lobuna —comento Magnus en cuanto el beso se terminó, un beso que fue ma suba leve caricia.

—Me parece una buena idea, creo que eso hará felices a nuestros lobos —añadio el menor y se inclino besando la frente de su pareja —. Pero ahora ya debemos dormir Magnus.

No dijeron más h simplemente se movieron un poco para estar aún más cómodos y se dispusieron a dormir, porque nada era mejor que estar al costado de la persona que sería tú compañero de ahira en adelante.

Siento mucho la demora, ahora sí la próxima semana estaré actualizando de acuerdo a mi horario, igual espero me sigan en la cuenta ha que estaré colocando anuncio sobre mis obras y actualizaciones. Los quiero y feliz año.