Destino ; Malec - omegaverse

Primer Capítulo

—Tu jamás serás elegido por ningún alfa —dijo con sorna el alfa ahí, Magnus negó, sus lágrimas corriendo, levantó sus manos y chasqueo, el alfa desapareció, llevos su manos delgadas y chicas a su rostro, limpio las lagrimas.

—El me va a amar —susurro, camino hasta la salida del lugar, habia terminado su tarea en es elugar y podia regresar a su guarida donde nadie podia lastimarlo.

Moviendo sus manos y creado un resplandor de luz color oro empujó y un portal se abrió, sonrio y paso por el pensando en su casa, al pasar llegó a la sala donde se sentó, frente a el un gran ventanal daba vista a la ciudad, una vista hermosa desde su punto de vista, sonrio melancólicamente.

Llevó sus manos a sus ojos tallándolo suavemente, desasiéndose así de las lágrimas que se le habían salido por las crueles palabras del alfa.

Un día más siendo rechazado sólo por ser un omega poseedor de magia. Pero ¿que culpa tenía el de nacer así? Las personas lo rechazaban por algo que el después de muchos años había aprendido a amar, pero el jamás tuvo la elección de ser.

La vida habia sido demasiado dura para el, las personas habían hecho que por mucho tiempo el se odiara, que odiara su habilidad mágica, pero después de tanto, una cuantas personas le enseñaron a amarse tal cual era y ver el lado bueno de su habilidad.

Pero el quería un alfa, el estaba esperando y ya por mucho tiempo su alfa destinado, el necesitaba que alguien le amara incondicionalmente, sabía que el lo haría, y sería recíproco.

Sonrió imaginándose una vida con un alfa, con cachorros y claro, el siendo feliz junto a alguien.

...

Bufo con fastidio, la omega seguía ahí, pavoneándose para tratar de llkar su atención, pero lo único que le causaba era desagradable, su olor era sofocante mente dulce, su cuerpo demasiado delicado para su gusto, y su vestimenta vulgar.

El jamás se meteira con una o un omega.

—Largate a otro lado —dijo tosco ya harto de la omega, ella le miró con indignación y se fue, al río feliz, vio a lo lejos un beta, su cuerpo estaba ligeramente musculoso pero se veía fuerte, sus ojos cafés eran realmente hermosos, su rostro le encanto. Desde ahibpodia sentir el olor de naranja, tan exacto para sus gustos, sonrio.

Le encantaban los betas, era lo mejor del mundo, ellos no eran para nada como un debilucho omega. Sus ojos eran más filosos ni sumisos y su cuerpo soportaba mucho más que un condenado omega.

Y justo en ese momento se oaro, directo a el hermoso y sexu beta que le había llamado la atención.

Llegó a donde el seguro de que sería una conquista fácil al ver el brillo en los ojos del beta.

—¿Vienes conmigo? —pregunti seductor, el beta asintió sin perderse cada rasgo del dominante alfa.

Un alfa demasiado hermoso y dominante que realmente todos querrían tener pero que pocos podían tener el gusto de disfrutar.

Esperó les guste, comenten para saber que tal.