Destino ; Malec - omegaverse

Décimo Tercer Capítulo

Ser Omega y además estar embarazado era algo delicado en la sociedad, no porque tratarán mal a las omegas, no, pero el punto era que estás omegas no enlazadas eran muy acosadas por alfas como betas. Por otro lado si está Omega se encontraba en cinta y no poseía marca se le señalaba de mala manera y se le repudian hasta cierta manera.

Alec suspiro cuando vio todo listo, las cosas de su Omega se encontraban colocadas correctamente en su habitación, aunque no era mucho si lo suficiente como para coexistir en lo que todo se fuera sentado de manera más pacifica, su hermana se encontraba en su habitación junto a su pequeño Magnus quien le apoyaba en la depresión que había caído por culpa del alfa que la había rechazado.

Ambos estaban concientes de que esto se iba a repetir mucho y que las actitudes de los que pasaran frente a ellos aunque a ellos no les importa a su hermana si. Lizzy estaba mal y aún no acudía a un especialista para que esté llevará su embarazado.

Suspiro, Alec estaba ya agotado y algo cansado de todo eso, no entendía como la sociedad podía ver mal a una Omega y no al alfa que dejó a su hijo sin apoyo alguno. Terminó y entró a su baño, se baño rápidamente ya que debía salir a checar unos asuntos e ir a la casa de su Omega por algunas cosas que se habían olvidando, se vistió rápidamente y sencillo.

Magnus se encontraba con la hermana de su alfa, sus ojos estaban puestos en el cuerpo de la Omega que estaba en su cama, su rostro presionado en la almohada mientras sus quejidos se escuchaban ya más calmados gracias a su esencia que había estado usando para calmarla y que así el bebé no tuviera ningún problema, ya que los bebés de los lobos alfas eran más receptivos que los de los betas.

Escucho como la puerta fue cerrada anunciando la salida de Alec, esperaba que cuando el llegase su hermana ya estuviera mejor y ellos pudiesen pasar tiempo juntos para conocerse mejor, aunque sabía el motivo de estar todos juntos realmente no era mucho de su agrado que su relación se diese así. Entendía que ahora no podían estar separados y que el alfa estaba portándose bien lo cual debía ser un gran logro después de todo lo que se enteró por su hermana pero saber que estaba con el sólo por qué el destino lo tenía predicho no se le había tan correcto si no se conocían lo suficientemente y ya habían dado el paso más importante.

...

Alec caminó lentamente hasta la puerta, el lugar estaba callado pero un olor a azufre le inundó la nariz, era realmente desagradable para el aunque realmente no lo era tanto. Abrió con las llaves que el Omega dueño del lugar le dio.

—¿Donde te lo llevaste? —escucho apenas abrió, suspiró.

—Esta en mi casa, cuando quieras puedes ir a verlo —dijo mirando al chico que se decía hijo de su Omega.

—Iré, no dejaré que le hagas nada malo —habló y simplemente desapareció corriendo como tenían costumbre los vampiros.