Capítulo 2

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-Te he dicho que no necesito de nadie, mi hijo me ayuda con lo que necesito, no tengo por que cuidar de otra boca, así que haz lo que te digo, y déjame en paz. - un señor de tez blanca, canoso y con una voz chillona, ​​es el típico señor que no le vendría mal una ayuda en sus ventas, el pobre bastón de madera que soporta todo el peso del vendedor, parece estar a nada de desplomarse por el uso excesivo, y con él, él anciano.

-Anímate, es solo para esta semana, no encontrarás a nadie mejor, puedo limpiar, - tomo una escoba imaginaria, limpiando el imaginario suelo sucio - puedo cargar cajas, - levanto mis brazos, haciendo fuerza en ellos - incluso las más pesadas - puntualizo, haciendo una pausa en mi recreación vergonzosa para continuar.

- Incluso soy bueno en la cocin ... 

-¡Te he dicho que pares! ¿Qué no entiendes? ¡No te necesito! ve a pedir limosna por ahí, te aseguro que alguien se apiadara de ti. - molesto me hace un lado y sigue su camino.

Las ganas de ir tras el, y seguirlo convenciendo, aparecen en mi mente y sin dudarlo, le caso hago a mi yo interior, camino rápido para alcanzarlo, y cuando lo he hecho, lo tomo del brazo con fuerza.

-Señor, necesito su ayuda, realmente, si me pudiera aceptar, yo le ayudaría en lo que necesite, solo necesito unas cuantas monedas, prometo no decepcionarlo.

-Tu ... estúpido - se voltea hacia mi, y su cara me hace olvidarme de los planes anteriores y querer simplemente huir. - Cuando alguien te dice que lo dejes en paz, debes hacer caso a la primera.

Este escenario me perturba, la gente con curiosidad se comienza a reunir alrededor nuestro para escuchar mejor la "platica amistosa", los intercambios de cotilleos, los murmuros y risas comienzan a oxigenar el aire, dejándome a mi, con una sensación de mareo y nauseas. ¿Por qué siempre termina de esta manera? ellos armados con grandes armaduras, palabras hirientes en formas de dagas de cristal y un egocentrismo que nunca envidie y por la otra parte, me encuentro yo, indefenso, recibiendo cada ataque, sin poder cambiar el bucle de la historia.

- Eh, que es el huérfano pintor, jo, ¿por que lo dejan salir tan libremente? debería estar encerrado.

-Vaya, ¿acaso no se conocían ellos desde hace tiempo? juraría haberlos visto antes.

-Su sola presencia me repugna, su madre era igual que el, un par de tontos con sueños incumplidos.

¿Debía soportar todos los insultos verbales y físicos? siempre lo vi como una manera de castigo divino, por haber dejado que falleciera mi madre, por no impedir que asesinaran a mi padre, era la manera de castigarme por mis pecados, lo tenia bien entendido, pero ¿por qué seguía doliendo en mi pecho ? las personas que creía tener su confianza, me abandonaban o simplemente se volvían igual que los demás, esperando a que aparezcan, para burlarse de mi mera existencia, esperando que alguien me de mi merecido en un callejón abandonado. Porque ellos son tan débiles y cobardes, que les da miedo meterse en problemas con un esclavo y que su reputación de desplome, todos son unos tontos.

-¡Suéltame idiota, me estás lastimando! - el anciano con una mueca de dolor casi visible, me miraba con furia y luego a las personas alrededor, al percatarme que todo el tiempo sostuve su brazo con fuerza, lo suelto apenado y noto cómo en su piel, mi mano esta marcada con un tono rojizo y moradizo.

-¡¿Ves lo que hiciste ?! loco de mierda, pagaras por eso, olvídate de que alguien aquí te de empleo, un pobre esclavo como tu, no conseguiría ningún empleo, ni un maldito junta monedas. - Ahora la mirada de enojo, no solo provenía de su rostro, cuanto mas miraba, mas personas me veían igual, con esa mirada de desprecio y rabia. Me sentí mareado, escuché a medias un par de cosas mas y cuando creo que estoy a punto de desmayarme, me toman por el brazo y me dejan venir un puñetazo en la cara, seguido de ese, vienen otros dos, luego uno en la entrepierna .

Un Lugar Al Cual Volver  [Boys Love]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora