Deseos peligrosos

Capítulo 2

Aikiara

Asco. Eso es lo único que me produce regresar a Shaftestone, cambiaron muchas cosas cuando los Chadburn decidimos irnos, muchos secretos se descubrieron de mi familia y de otras personas. Yo era la típica chica buena, excelentes calificaciones, con la que todos acudían por ayuda, amable, simpática, en fin, todo eso acabo, los años de gloria de los Chadburn en esa estúpida ciudad se acabaron cuando nos fuimos a Francia.

—Odio, odio, para que sepan yo no quería regresar—dijo Nora con desagrado—¿Por qué mierda no nos quedamos en Francia?

—¿Quieres que te lo repita por cuarta vez Nora? ¿Qué tienes en el puto cerebro? ¿No te gira bien la rata o qué? —Le dice Noah desesperado de la situación— Regresamos porque mis padres quieren, porque tienen asuntos importantes que resolver y quieren recuperar el mandato de Shaftestone. Espero que ya tu estúpida cabeza lo capte.

—No seas tan grosero con la niñata, se puede enojar y prepárate que puede incendiar este avión. —esto lo dijo Mika. Mika Hastings y Rosaline Jones, nuestros mejores amigos, sus padres eran grandes amigos de los nuestros, pero murieron en un accidente, los cuatro iban en una camioneta cuando un carro los saco del camino, Rose y Mika solo tenían 7 años desde entonces mis padres se hicieron cargo de ellos. Las personas los consideran como parte de la familia, y nosotros decimos que son nuestros primos.

—Que imbéciles son, claro que ya sabía, solo quería poner más drama a la situación, idiota— Y con eso empezaron a discutir, todas las personas que iban en primera clase, los miraban.

¬—Dejen de discutir y siéntense, que no estoy para escucharlos pelear como si fueran niños de 9 años—dice Asher enojado, Nora y Noah sabía que debían obedecer o les iba a ir peor.

Mi padre Carlo Chadburn, siempre nos dejó a cargo a Noah y Nora, Asher y yo prácticamente éramos sus segundos padres, eso era jodido ya que cualquier cosa que hicieran mis hermanos, nosotros nos debíamos hacer responsables, siempre recogiendo sus mierdas. Si Noah se peleaba era por nuestra culpa porque no supimos controlarlo, si Nora hacia un espectáculo en una fiesta era nuestra culpa porque no habíamos hablado con ella. Y asi pasábamos año tras año.

Mis padres habían llegado dos días antes a la ciudad, el avión aterrizó en aquella cuidad, había cambiado mucho en tan solo dos años. Empezamos a bajar, nos fuimos directamente a la salida, luego alguien se encargaría de llevar nuestras maletas. Carlo y Miranda Chadburn estaban ahí, atrás de ellos había seis camionetas Cadillac que nos llevarían a nuestra casa.

—¡Mis niños! No se imaginan cuanto los extrañaba. —mi madre siempre tan cariñosa y exagerada con nosotros.

—Miranda solo los dejaste de ver por dos días, no sea exagerada. —y mi padre siempre tan antipático y serio como siempre.

...

Llegamos a la mansión Chadburn, creo que era el único lugar que no cambio en nuestra ausencia, mi padre había dado instrucciones estrictas donde indico que no quería a la prensa encima de nosotros y que nuestra llegada se manejara con total discreción, pero dudo que haya personas que no sepan de nuestro regreso a Shaftestone.

Cada uno de nosotros nos fuimos a nuestra habitación, agradezco que hayan quitado todo de lo que conformaba mi antigua habitación y que hayan puesto muebles nuevos, parecía una habitación que jamás fue usada, porque me hubiera traído tantos recuerdos.

—Es extraño regresar, ¿no es cierto? —dice Rosaline entrando a mi habitación. —dejamos este lugar para olvidar y en tan solo unos minutos recuerdas todo lo vivido, ahí es donde te das cuenta que esos momentos sean buenos o malos jamás serán olvidados, aunque pasen miles de años.