Deseos peligrosos

Capítulo 1

Jason

—Vamos, sabes que te puedes conseguir una buena follada con Melanie— Dice Bastián con un entusiasmo que me irrita demasiado, hay días donde no soporto a mis amigos y hoy es uno de esos días.

Los tres nos encontrábamos en la casa de Maddox, habíamos quedado hace dos horas para bajar un poco la cruda que teníamos, pero poco a poco comenzaba a arrepentirme de venir.

—¿Se puede saber que mierda pasa por tu estúpida cabeza para querer ir a esa fiesta?— digo fastidiado por todo.

—Necesito echar un polvo, llevo una semana sin follar. ¿Crees que eso es sano para alguien como yo?

—¿Tú? Pero miren que tenemos aquí, ¡les presento al hombre más virgen del mundo, Bastian Simmons! —digo tomando el papel de un presentador de circo.

Maddox empieza a burlarse, ríe como un maniaco, creo que su droga ya le está haciendo efecto —Que buen chiste Jason, pensé que lo único que tenías era dinero, no me imaginé que también tenias sentido del humor.

—Cállate Maddox —digo.

—Lo que sea, estoy pensando seriamente que la primer mujer en mandarme un mensaje será la afortunada —continuó Bastian.

—¿Afortunada? —pregunta Maddox en tono burlón —solo será otra mujer traumada a la lista.

—Sigue hablando idiota, de todos modos no te estoy haciendo caso —dijo un ahora ya fastidiado Bastian.

—¿Y si todos nos callamos por 60 minutos seguidos? —propongo.

—Bueno, tenemos ganadora, me acostaré con Cynthia —dice Bastian ignorándome completamente.

—¿Amigo nunca te has acostado con Cynthia? —pregunta Burn.

—No, ella y su grupo de amigas se me hacen insoportables. No quería meterme en chismes por su culpa.

—Veo eso imposible, casi todo el instituto se ha tirado a Cynthia Landford.

—Bueno yo no, pero hoy será el día que lo haga. Espero que sea magnífico, necesito un buen sexo.

—Bastian, lamento desilusionarte, pero no es la gran cosa, hay mejores que ella — digo con cierta burla.

— Gracias pero lo comprobare yo mismo, no me fio de un promiscuo que ni siquiera creo que recuerde cuando tuvo sexo por última vez.— dice el idiota que tengo como amigo.

—¡Oh! Yo sí que lo recuerdo, fue ayer, en esta misma sala, el muy imbécil iba tan borracho que se confundió de casa y follo en el sofá favorito de mi madre, que es exactamente en el que estás sentado Bastian.

—¿Qué? Que puto asco Maddox porque no lo mencionaste antes. Y tú —dice Bastian con cara de asco apuntándome —. Eres un maldito asqueroso.

No recuerdo nada de lo que paso ayer, fuimos a un bar, estábamos disfrutando, cuando una chica tan parecida a ella, se acercó a mí, parecía que nadie noto su parecido. Empecé a beber todo el alcohol que tenía enfrente para que por una maldita vez me olvidara de ella y así fue. Desperté en una sala que no era mía y con la misma mujer de ayer desnuda a mi lado. Me removí incomodo por el recuerdo de lo que había pasado y rápido dije: