Mi Único Amor-Jenlisa-(G!P)

Capítulo 25

Jennie abrió su ventana para luego retroceder viendo cómo Lisa, con dificultad, escalaba hasta el último escalón de la escalera e ingresaba a la habitación sin hacer ningún solo ruido. Sintió como su respiración se cortaba al tenerla allí, frente a ella y completamente a solas.

Se dio cuenta de lo extraño que había sido todo, el día anterior en lo único que se limitó fue a llorar y tratar de odiar con todas sus fuerzas a Lisa por el dolor descomunal que, de un momento a otro, abordó su pecho. Estaba tan fuera de si que no se había tomado el tiempo de pensar las cosas con más claridad, el poco odio que tenia sobre la rubia logró nublarle por completo la vista y no la dejó tener consciencia de la situación.

No necesitaba preguntarle a la más alta si en realidad la había engañado o no, pero lo que sí quería saber era lo que ocurrió esa noche que casi tiró todo por la borda y que deseo al cielo desaparecer para siempre de la faz de la tierra. Sabia que Lisa no tendría la osadía de engañarla con otra persona y mucho menos después de tantas cosas por las que habían pasado y de tanto amor que se demostraban la una a la otra.

Vio a la tailandesa parada sin mover ningún solo músculo cerca de la ventana que todavía se encontraba abierta, tenía el rostro aún con leves moretones que se podían notar con más claridad si se acercaba más a ella. Realmente no estaba segura de que decir o hacer, se había empeñado en tratar de hablar y ver a la más alta que no se había tomado el tiempo de analizar las palabras que diría una vez la tuviese frente a ella.

Se esforzó por no derrumbarse en ese momento, ya había llorado demasiado que hasta sentía que no podía botar ninguna sola lagrima más, pero ver a su novia allí, a solo uno o dos metros de ella y con el miedo reflejado en sus ojos, era más que difícil no echarse a llorar. Por alguna razón sintió la poderosa conexión que tenía con Lisa, donde sabía a ciencia cierta que bastaba solo miradas entre ellas para comunicarse.

Lisa entendió la señal y se fue acercando lentamente hasta donde se encontraba la castaña. Tenia miedo, si, por que no entendía lo que estaba pasando, no sabia que era lo que pasaba por la mente de Seulgi al golpearla, ni la de Irene al pedirle que se fuera y mucho menos la de Jennie al verla tan débil y con el rostro triste. Observó los restos de lágrimas secas que conservaba sobre ambas mejillas y se preguntó internamente si ella había sido la culpable de todo aquello.

Ver a su novia en aquel estado era mucho más que no tener ni una pequeña idea de lo que había hecho, por que, por más que no entendía lo que pasaba, estaba segura que ella tenía un papel muy significativo en todo eso, ella posiblemente era la culpable del sufrimiento de su Jennie y se lamentaba no saber absolutamente nada.

No supo como pero de repente tenía a Jennie trepando sobre ella cual koala, la castaña se aferró a su cuerpo y escondió el rostro en el hueco de su cuello para después empezar a sollozar. Lisa, por su parte, solo se limitó a rodearla con sus largos brazos y apretarla contra ella, no tenía la más mínima idea de por que el llanto de Jennie pero no preguntó sabiendo que su novia solo necesita unos minutos para tranquilizarse.

Cuando sintió como el pequeño cuerpecito de su novia dejaba de temblar y sus sollozos ya casi eran inaudibles disminuyó las caricias que ejercía sobre su espalda. Besó su cabeza varias veces en medio de su inquietud para transmitirle seguridad. Por más que moría de ganas por que Jennie al menos pronunciara unas palabras que le den un indicio de lo había hecho tenía que ser paciente y darle un poco de tiempo.

—Nini...—luego de varios minutos habló sintiendo su voz más ronca de lo normal.— mi amor...

Jennie sacó la cabeza de su escondite y se limpió las mejillas llenas de lágrimas mientras que con el otro brazo rodeaba los hombros de la rubia, se estrelló más a ella para evitar caerse, sabia que Lisa no la soltaria por nada del mundo pero no estaba de más tener el temor de que su novia la bajase luego de la seria conversación que estaba próxima a realizarse.