Capítulo 24.

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—¿A dónde me llevas?— Louis reía mientras intentaba seguirle el paso a Harry, cuando Louis se da cuenta que ambos paran frente a una de las motos de agua pudo intuir que darían un paseo.

—Manejarás tú, vamos— el ojiazul debió sentir miedo, pero en cambio estaba emocionado, inmediatamente se sube en la parte delantera y Harry se ubica detrás de él.

El ojiverde le da una breve explicación y Louis inmediatamente se pone en marcha, le costó un poco al principio mantener el control al ir contra las olas, pero no era nada que no pudiera manejar.

Harry le daba pequeñas indicaciones hacia dónde ir y Louis trataba de seguirlas al pie de la letra.

El ojiazul se desconcentra cuando a lo lejos ve un arco de piedra gigante, traga en seco y su mirada se eleva, Harry inmediatamente toma el control y él termina el recorrido, detiene la moto de agua en ese lugar calmado, a penas se movían de su lugar ya que las olas reventaba lejos de ellos.

Louis baja la mirada y se da cuenta de la claridad del agua junto a la blanca arena.

—¿Por qué nadie viene aquí?

—No muchos saben sobre este lugar, aparte sólo se puede llegar en una de estas— Harry palmea con suavidad el vehículo acuático y una sonrisa se forma en los labios de Louis.

—Esto es precioso.

—No tanto como tú— el ojiazul recarga su espalda contra el pecho de Harry y este envuelve sus brazos alrededor de la cintura de Louis.

—No quiero irme, pero las vacaciones se acabarán en algún momento— Louis cierra sus ojos y se permite disfrutar del sonido del mar y la respiración de Harry.

—Lograremos resolverlo, si ambos ponemos de nuestra parte, funcionará— Harry frunce su ceño al sentir lo que acababa de decir como un recuerdo.

—Esto se siente como un Déjà Vu— Louis murmura con suavidad y Harry le otorga suaves caricias en su abdomen, estaba de acuerdo con eso.

—Lo sé, sentí lo mismo, me siento tan extraño cuando sucede eso y necesito cambiarlo— Harry ve la superficie de roca lisa que está en su costado y sabe que si se baja, la moto de agua no irá a ningún lado ya que no había corriente marina alguna.

—¿Qué harás?— Louis estra en pánico cuando ve a Harry subirse sobre la moto y pega un pequeño salto logrando caer en donde quería.

—Ven—Louis suelta un suspiro y también se levanta de su lugar, mira hacia a abajo y no entiende porqué Harry no simplemente bajó y tomó impulso desde el agua, el hecho de saltar era más peligroso— Louis, no pasará nada, lo prometo.

El castaño suelta un suspiro y se levanta de su lugar, Harry tiende ambos brazos hacia él para recibirlo y Louis sin pensarlo más, salta.

Harry lo atrapa entre sus brazos y lo lleva lejo de la orilla, Louis se sienta en la calidad piedra la cual estaba seca por el momento.

—En la noche, cuando la marea sube, el mar cubre esta roca y todos esos peces que estaban entre los corales de allá abajo pasan por aquí— Harry pasa su mano por sobre la roca y Louis no puede evitar mirarlo con adoración, era impresionante su amor por el mar.

—¿Por qué estudiaste psicología si pudiste ser un perfecto biólogo marino?

—No lo sé, supongo que me llamó más la atención entender a la mente humana o por lo menos intentarlo— el ojiverde se encoge de hombros y se estira sobre la roca, su mirada se pone sobre el arco de piedra y cierra sus ojos ante la calma que sentía.

Louis aprovecha ese momento para poder observarlo, los tatuajes de Harry estaban a la vista y de cerca se veían aún mas hermosos.

Lleva su mano izquierda hacia el abdomen de Harry y con la punta de sus dedos acaricia con suavidad sus tatuajes, delineandolos, luego su mano se va hasta las golondrinas en su pecho y se inclina para ver más de cerca los detalles de estas.

Sonríe por lo bonitas que eran, la mirada de Louis baja hasta las ramas de laureles en sus caderas y su vista se enfoca en una pequeña media luna en el costado de estas, el ojiazul se mantiene en silencio ante eso y mira sus propios brazos.

—¿Te has dado cuentas que nuestros tatuajes pueden complementarse con facilidad?— Harry abre sus ojos y se incorpora para verificar lo que estaba diciendo Louis.

—¿Tú crees?

—Sí, mira, yo tengo una brújula y tú tienes un barco— Harry mira la brújula en el brazo de Louis y luego mira su barco— yo tengo la cuerda y tú tienes el ancla.

Harry frunce ligeramente su ceño ante eso, se estaba volviendo un poco extraño.

—Tienes una daga y yo tengo una rosa— Louis mira el tatuaje de la daga y asiente con lentitud, comienza a revisarse a sí mismo para ver que más tatuajes en común podría encontrar.

—Creo que no tengo ninguno más, tengo tres clavos sueltos— Louis se detiene ante eso y voltea a mirar a Harry con precaución.

—Yo tengo tatuada una herradura y le faltan tres clavos— a pesar de lo extraña que era la situación, el ojiverde sonríe ampliamente y lame sus labios.

—Es como si estuviéramos conectados.

—La respuesta es que realmente lo estamos.

Breeze |Larry Stylinson| [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora