Chapter 8 - Sweet.

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Había llegado la tarde de ese día. Nayeon y Jeongyeon habían acordado la noche anterior verse esa tarde, como hacían casi todos los días de la semana.

Habían pasado sólo un mes desde que se habían conocido, pero el tiempo parecía realmente largo a lo que en realidad era. La influencia que Nayeon estaba teniendo en la vida de Jeongyeon era más que notable, especialmente para su madre que ahora la veía sonreír más a menudo... Cosa que en ella antes era casi nula.

Jeongyeon estaba en su habitación, alistándose para ir hasta el parque. Estaba vestida justo como acostumbraba, y estaba atando los cordones de sus zapatos.

Justo cuando estaba por terminar escuchó toques en su puerta. Eso provocó que abriera los ojos en alerta.

—Cielo, soy yo —era su madre—. ¿Puedes abrir?

Jeongyeon suspiró aliviada y se levantó para abrirle. Ella era a la única persona que le abría la puerta de su habitación, ni siquiera a su padre o hermanas les permitía el acceso a ésta.

—¿Todo bien? —pasó.

Jeongyeon pasó de nuevo el seguro.

—No es necesario que cierres —repitió lo que siempre le reprochaba—. Aquí no te haremos daño —la miró un poco curiosa—. ¿A dónde vas?

—Parque.

—¿De nuevo? Vas todos los días.

Ella alzó los hombros con indiferencia ante su comentario.

—¿Qué tanto haces allá? —se acercó sonriendo.

—Bunny —sonrió y escondió las mana en sus bolsillos.

—¿Bunny?

—Mía —asintió.

—¿Es una amiga? —frunció el ceño.

Asintió mientas se sonrojaba un poco.

—¿Por qué no viene para acá? Nunca has tenido amigas, me gustaría conocerla.

Jeongyeon pensó en la idea. Definitivamente le gustaría que su madre conociera a Nayeon.

—Después —asintió.

—Bien —se acercó para abrazarla—. ¿Cómo te sientes?

—Feliz —correspondió el abrazo por dos segundos y después la alejó.

—¿Feliz?

—Bunny —sonrió.

—¿Cómo se llama ella?

—Im Nayeon —suspiró y balanceó sus tobillos.

—¿Im? —frunció el ceño—. Es el mismo apellido que Yoon, ¿será familiar?

Jeongyeon la miró y frunció el ceño enojada. Sus puños volvieron a apretarse y negó con la cabeza.

—Tal vez...

—¡No! —exclamó enojada de sólo pensar en la idea de que aquella dulce chica tuviera algún lazo con aquel desagradable sujeto.

—¿Por qué te pones así?

—Odio —susurró.

—¿Odio de qué? —intentó tomar sus manos, que a este paso estaban apretadas a más no poder—. Jeongyeon...

Ella se zafó y salió de la habitación enojada. La simple mención había activado su furia y los malos recuerdos de nuevo.

Su madre comenzó a seguirla para intentar descubrir la razón de su enojo. Creo que ésta era realmente obvia, pero supongo que ella era muy ciega como para detectarlo.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐧𝐞𝐬𝐬 | 𝟐𝐲𝐞𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora