Chapter 12 - Protect you.

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Angustia, temor, tristeza y miedo; de esa manera estuvo conformado el estado de ánimo de Nayeon durante esos días después de lo que Jeongyeon le había revelado.

Sentía angustia al pensar en todo el desgaste emocional al que vivía sometida Jeongyeon. Sentía temor de que esa persona volviera y la lastimara de esa manera que lo había hecho. Sentía tristeza al ser consciente de lo injusta y cruel que había sido la vida con alguien tan bueno como Jeongyeon.

Y por último, sentía miedo de no poder cumplir con esa promesa que tanto la chica se encargó de recalcarle.

Lo que le había revelado era algo realmente grave. Esto la había tenido muy nerviosa y ansiosa, cosa que su madre había notado. Se estaba trabando mucho para hablar, y cuando le preguntaban algo respecto a Jeongyeon su rostro mostraba preocupación, en vez de aquella emoción que siempre salía a flote con la simple mención de la chica.

Su madre y el doctor Kim siempre le habían dicho que ante cualquier cosa que sucediera debía buscar ayuda. Si alguien le hacía daño, buscar ayuda era lo primordial. Jeongyeon necesitaba ayuda, y ella quería ayudarla, pero a la vez no quería romper esa promesa y que la chica se alejara de ella.

Desde hace tres días no había ido al parque, tampoco había salido de su habitación. Esto la había afectado mucho, y el no poder hablarlo con nadie sólo empeoraba su tristeza y desespero.

Su madre estaba más que preocupada con toda esta situación. Su temor de que Nayeon volviera a caer en depresión estaba saliendo a flote, y lo peor era que no comprendía la razón.

Las cosas parecían ir extremadamente bien, pero todo cambió desde esa vez que Nayeon había visitado la casa de Jeongyeon... No dejaba de preguntarse si algo más había sucedido, y quería averiguarlo.

Se acercó hasta la puerta de su habitación y tocó suavemente. Pasaron unos segundos y no se escuchó respuesta ni movimiento alguno, así que decidió pasar de igual forma. Al estar adentro vió a Nayeon tirada en la cama de costado. Tenía la mirada perdida y cristalizada, y el pequeño conejo de peluche estaba abrazado a su pecho.

—Cielo —se acercó—, ¿qué sucede? —se sentó en la cama y la miró atenta.

—N-nada —susurró—. Sólo... s-sólo quiero... quiero dormir.

—¿Estás triste?

—No, mamá —cerró los ojos.

—Sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto? —comenzó a dar caricias en su cabello.

—Sí —la miró—. Estoy... estoy bien.

—¿Por qué no has ido al parque con Jeongyeon? Me dijiste que ahora era tu novia —sonrió sin parar la caricias—. ¿Todo bien con ella?

Nayeon volvió a cerrar los ojos y algunas lágrimas ya empezaban a descender por sus mejillas. Su madre se recostó a su lado y la abrazó.

—¿Por qué lloras?

—¿Tú crees... crees que... Jeongyeon e-esté bien? —sollozó.

Ahora la preocupación para la madre de Nayeon era más grande, ya era evidente que algo malo estaba sucediendo con Jeongyeon.

—Claro que sí, ¿por qué no lo estaría?

—Quiero que... e-ella esté... bien, mamá —la abrazó más fuerte—. No... quiero q-que... q-que... —exhaló frustrada.

—Despacio.

—No quiero que... nadie sea malo... m-malo con ella, mamá.

—¿Hay alguien que es malo con Jeongyeon?

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐧𝐞𝐬𝐬 | 𝟐𝐲𝐞𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora