Chapter 10 - They don't deserve you.

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Era domingo. Nayeon había convencido a Jeongyeon en el parque de que fueran hasta su casa, ya que quería pasar tiempo con ella allá y mostrarle algo.

En ese momento ambas estaban corriendo como locas mientras hacían una competencia de quién llegaba primero, cosa en la cual Jeongyeon le permitió ganar, ya que amaba verla reír.

—¡Te he ganado! —celebró exhausta.

Jeongyeon asintió mientras intentaba recuperar el aire también.

—¡Te ves muy bonita! —la abrazó y besó su mejilla.

Esto provocó que la chica se sonrojara mucho más.

—¡Entremos! —tomó su mano y empujó la puerta—. ¡Mamá! —comenzó a llamarla—. ¿Quieres saludarla?

Jeongyeon asintió. Ambas comenzaron a subir las escaleras. Su madre salió de su propia habitación y al ver a la chica allí sonrió.

—¡Jeongyeon está aquí, mamá! —la abrazó.

—Qué bueno —se acercó un poco—. Hola, Jeongyeon, es un gusto verte por aquí de nuevo.

—Gusto —susurró extendiendo su mano tímidamente, primera vez que hacía eso.

La mujer también extendió la mano, sintiéndose un poco sorprendida. Ambas la estrecharon, y pasados tres segundos Jeongyeon la soltó y volvió a esconderla en su bolsillo.

—¿Podemos escuchar un poco de música en mi habitación, mamá?

—Claro —sonrió—. Si quieres puedes quedarte a comer algo más tarde —le ofreció a la tímida chica.

Ella asintió con la mirada clavada en el suelo y con una pequeña sonrisa.

—¡Bien! —exclamó tomándola por el brazo y empujándola hacia el lugar.

Ambas entraron y Nayeon corrió para sentarse en el sofá. Jeongyeon cerró la puerta, ya que el hecho de que las puertas estuvieran abierta era algo que le generaba inseguridad.

—¡Ven!

Jeongyeon sonrió y se se sentó a su lado.

—¡He traído un libro de la biblioteca para leerlo para ti! —se levantó para buscarlo.

Después que lo encontró se sentó a su lado. Era un clásico infantil.

—Bunny Smile —señaló.

—¿Lo quieres? —se levantó y corrió para buscarlo en su cama—. Toma, seguro te extrañó mucho —se lo entregó.

Jeongyeon lo tomó en sus manos y sonrió. Nayeon volvió a sentarse a su lado y abrió el libro de par en par. Iba a comenzar su lectura, pero fue detenida por Jeongyeon, la cual le colocó un auricular.

—¿Te gusta escuchar música mientras lees?

—Sí —sacó el reproductor y colocó una canción.

—¡Eso es bonito! —sonrió al escuchar la melodía llegando hasta su tímpano.

Finalmente, Nayeon comenzó su lectura. Jeongyeon se recostó en su hombro y cerró los ojos deleitándose en la hermosa voz de la chica relatandole aquel cuento infantil mientras una melodía baja y relajante sonaba de fondo.

Suspiró y abrió los ojos para mirarla desde su hombro. Nayeon estaba concentrada, tenía una gran sonrisa de emoción mientras leía aquel cuento como si fuera una de los relatos más maravillosos que alguna vez hubiese leído.

Jeongyeon notó como ella tenía el ceño muy fruncido, casi como si estuviese enojada. Supuso que era debido al esfuerzo que estaba haciendo por concentrar toda su atención en la lectura.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐧𝐞𝐬𝐬 | 𝟐𝐲𝐞𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora