Sienna (Edward Cullen)

𝘦𝘭𝘦𝘷𝘦𝘯

Edward pasó sus manos por las teclas, miró a un lado a la chica que colocaba un atril en la sala frente a la ventana mirando al piano.

─ ¿Con qué me iluminaras? ─ preguntó desde su sitio, con el lienzo en las manos.

─ No lo sé aún ─ frunció las cejas, Sienna sonrió comprensiva. Su cabello rubio estaba recogido en una trenza, no pudo evitar compararlo con una espiga de trigo dorada. Movió sus dedos inconscientemente.

─ Eso me gusta ─ canturreó, Edward sonrió siendo contagiado por su buen ánimo y sintiéndose halagado. ─ Señor Cullen, póngase cómodo.

Él obedeció, divertido por aquello que le recordaba a un juego de roles, se sintió tan familiar, estando con ella se sentía cómodo. Miró los movimientos de Sienna, lo miraba desde su lugar y lo hacía sentir la cosa más interesante que pudiera existir. Paró sus movimientos, puso las manos en las caderas

─ Pensé que ibas a tocar ─ él sonrió ante su regaño y llevó la vista a las teclas. Comenzó a tocar una melodía delicada.
Podía visualizar la sonrisa con los labios entre abiertos en el rostro de Sienna, le sorprendía un poco conocerla con tanto detalle.

Continuó tocando, no podía dejar de hacerlo, sólo pensar en cuanto le gustaba a ella le motivaba. Vio con curiosidad en su dirección, no veía más que sus pies y aquello lo desilusionó un poco.

─ ¿Cómo fue que aprendiste a pintar? ─ preguntó, ella se detuvo un breve momento.

─ Es una larga historia.

─ Y nosotros tenemos todo el tiempo del mundo.

Nosotros

suspiró.

─ Mi vida humana fue pobre y triste, no hay nada interesante allí ─ intentó persuadirlo. Edward miró en su dirección con el ceño levemente fruncido, parecía imposible que hubiera una sola cosa de ella que no fuera cautivante.

─ Quizá si me dijeras podría comprender porque lo ves así.

Ella sonrió.

─ Bien ─ murmuró. ─ Pintura, pintar, capturar, conservar, expresar.

─ Respuesta de diccionario ─ murmuró él, ella apretó el pincel y resopló.

─ Mi madre estaba enferma y yo quería mostrarle todo aquello que ella no era capaz de ver ─ contó rápidamente. ─ Primero dibujé y eventualmente aprendí a pintar. No sabía expresarme con el habla pero sí con imágenes, hay veces en que las palabras no son suficientes para explicar y supongo que tenía sentido en ese entonces. Quería capturar cada momento para que ella fuera capaz de ver y sentir lo mismo que yo sentía.

Edward que escuchaba con suma atención dirigió una mirada hacia ella, deseando ver su expresión.

─ Es algo lindo ─ dijo quizás en un intento de consuelo al escuchar la pena en la voz de la rubia.

Sienna no dijo nada por unos minutos, parecieron eternos y Edward temió usar las palabras equivocadas.

─ Fue tonto.

─ ¿Por qué? ─ preguntó, le frustraba no poder leer su mente.

─ Asumí que sentiría lo mismo que yo. Yo era fanática de capturar la belleza y eso, para ella, le quitaba su encanto. Mi madre disfrutaba de lo efímero quizás porque era un reflejo de su propia vida...

─ O le dolía no poder ser ella quien las viera...

Sienna detuvo sus movimientos y deslizó su cabeza fuera del lienzo para poder verlo.

─ Y al ver tus pinturas recordaba que no era capaz de ver por ella misma todas esas cosas.

Sienna pensó en lo doloroso que debió ser para su madre ver a su hija crecer y no poder compartir con ella tantos momentos bellos.

─ Me gusta recordarla sonriendo cuando le contaba mis anécdotas, su voz calma cuando me bañaba y la manera en que sus manos ásperas acariciaban mi cara. Una pintura no me mostraría eso.

Edward que había dejado de tocar volvió a mover los dedos haciendo que una melodía serena inundara la casa.

Sienna apretó el pincel en su mano y movió su cabeza hasta que logró ver a Edward.

Cuando Sienna pintaba se esmeraba en poner cada detalle que recordaba, quería mostrarlo todo pero viéndolo en retrospectiva era imposible. Por eso en aquel momento, viendo a Edward tocar el piano como si fuera su motor de vida, se propuso pintar lo que ella sentía, lo que veía y vivía en ese instante. Como le gustaría recordarlo en un futuro.

¿Edward cómo la recordaría?

Un sentimiento extraño la invadió, punzante y doloroso. ¿Era culpa? Se sentía mareada, tan perdida. ¿Cómo se recordaba ella? Antes de Edward, antes de todo. ¿Quién era en ese momento? Sentía que ya no quedaba nada.
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I'm back.

Pero siento que perdí el hilo, no sé cómo continuar sin que cambie el rumbo de la historia.

Así que ahora publico esto pero no sé si en un futuro lo borraré. So, lean mientras puedan.