Sienna no dudaba que él la hubiera amado y que una gran parte suya lo siguiera haciendo pero sabía...sabía...siempre supo, que en el fondo de los acaramelados ojos de Edward Anthony Masen Cullen existía un vacío que ella no era capaz de llenar.
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𝘸𝘩𝘦𝘯 𝘴𝘩𝘦 𝘭𝘦𝘧𝘵 𝘩𝘪𝘴 𝘩𝘦𝘢𝘳𝘵
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Mientras movía su pincel sobre el lienzo reproducía inevitablemente los últimos momentos con su familia.
- Me iré de viaje durante un tiempo - había informado a los miembros de la familia Cullen. Su suave voz sintiéndose como si una seda te cortara.
Sus ojos viajaron por los rostros en la sala, expectante. Alice la miraba con pena, sabiendo el porqué de sus acciones -no había nadie que no lo hiciera- Sienna supuso que lo había visto. Jasper y Emmet tenían una mirada seria. Carlisle y Esme, ambos, se encontraban afligidos. El rubio más que ella debido a la unión entre entre ellos, ambos considerándose hermanos. Edward esquivó su mirada sintiéndose completamente culpable pero conociendo ya la decisión.
En cambio Rosalie, había saltado de su asiento cual resorte. Fue predecible, ambas rubias siempre se tuvieron un cariño incomesurable. Luego de la transformación de Rose, Sienna se había mantenido a su lado velando por ella.
- Esto es tu culpa - señaló a Edward que si antes se sentía atormentado ahora su culpabilidad se acrecentaba. - Y de...
- Nadie tiene la culpa - la detuvo. - Es mi decisión.
Rosalie parecía estar teniendo un batalla interna, siendo ablandada por la mirada de su hermana.
- Solo quería decírselos, lo he estado pensando desde hace unos cuantos días pero no me parecía correcto marcharme sin despedirme - habló pausadamente siendo consciente del peso de la noticia. - Espero sepan respetar mi decisión.
- Por supuesto que lo hacemos, cielo - Esme caminó hasta ella a paso humano y acarició su hombro cariñosamente.
Todos comprendían el dolor de la rubia pero aún así pensar en una vida sin ella se sentía un poco más vacía.
A pesar de llevar cientos de años muerta era la que más conservaba su viveza... con ella se sentían menos muertos.
Tan afectuosa, amable, su voz cantarina, su sonrisa cálida, su expresividad, todo de ella era humano. Incomprendida por la mayoría de los vampiros que se cruzaban con ella e inevitablemente cautivadora.
- ¿Has pensado a que país irás? - ella asintió con una sonrisa pintada en su bello rostro.
- Y no se los diré - señaló acusatoriamente a Rose, siendo consciente que su hermana sería capaz de correr tras ella. - El vuelo sale mañana.
- No es justo - murmuró ella con enfado - que tú seas la que se vaya.
Sienna se acercó a ella, la envolvió con sus delgados pero fuertes brazos y besó el cabello de la chica Hale.
