𝘧𝘪𝘷𝘦

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1932

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Sienna cruzó sus piernas mientras observaba al muchacho, con el que platicaba Carlisle, desde la habitación que se encontraba. Sus manos acariciaron el cabello de Rosalie. Sentía su dolor. Cada recuerdo del escenario atroz al que había sido sometida se repetían en la cabeza de la rubia una y otra vez. Cerró sus ojos escarbando en su mente, mandó lejos los de la noche en la que casi pierde la vida y trajo hacia adelante los de su niñez, su adolescencia. Aquellos que brillaban en la memoria de la chica. Abrió los ojos y vió como Rosalie se tranquilizaba.


Se levantó de la silla y caminó fuera de la habitación, cerrando la puerta lentamente. Aún estaba consternada por lo que había visto en la memoria de la chica a la que su amigo mordió. La peor cara de la humanidad, la furia la recorrió de sólo pensarlo. ¿Por qué se lastimaban de esa forma, sin niguna clase de empatía, o de remordimiento? Todo el sufrimiento que eran capaces de producirse los unos a los otros ¿por qué?

- Lo que le hicieron es monstruoso - Carlisle la vió mientras ella se acercaba a él. Un suspiro salió de los labios de Esme. El joven a un lado de ellos frunció el ceño a la vez que bajaba la mirada. Sienna lo miró curiosa.

- Oh, él es Edward Masen - el muchacho la observó e involuntariamente sonrió.

- Soy Sienna - extendió su mano a él pero antes de que pudieran sostenerlas Carlisle habló.

- ¿Vas a usar ese viejo truco? - una risa divertida salió de entre los labios de la rubia antes de retirar su mano viendo a su amigo con diversión. Una parte suya sintiéndose ansiosa a la vez que decepcionada por no poder tocar al muchacho.

- ¿Qué? - preguntó Edward no entendiendo lo que sucedía.

- Sienna puede entrar en tu mente con sólo tocarte - explicó el rubio. - Aunque Edward también puede hacerlo, sólo que no necesita tocar para ello.

Aquello despertó aún más el interés en ella. Una ola de vergüenza le recorrió en sólo pensar que él podría haber visto sus últimos pensamientos al encontrarse abrumada por las sensaciones de momentos atrás.

- ¿Pudo leer mi mente? - preguntó mirando sus ojos firmemente. Manteniendo la esperanza de que su barrera no hubiera sido expuesta y él aprovechara esa debilidad.

- Sí - contestó con recelo él, lo que aumento su fe. - Pero es difícil, borrosa.

- Puedo bloquear mi mente - reveló aquello como si fuera algo que anduviera soltando por la vida a cualquiera que se cruzara aunque no era así.

Carlisle acarició su brazo y ella le dedicó una sonrisa, él y Esme se retiraron. Seguramente había leído el ambiente.

Caminó hacia el sofá en la sala, con su mirada indicándole a Edward que la siguiera.

Sienna (Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora