Capítulo 37

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Segundo día sin ti

Emma

Dirán que es algo ridículo, pero ya van dos días que no estoy junto a Niall y me duele mucho. Era de noche, mas o menos las nueve, así que les voy a contar lo que hice el día de hoy.

Flashback

Me desperté como siempre, cosa que ya saben y decidí reunirme con mis amigas para ir a comer algo, o mejor dicho almorzar.  Llamé a cada una y todas aceptaron, quedamos en encontrarnos en Nando's. Wow, la vida me odia, justamente tengo que ir a su restaurante favorito, el cual también es el mío y hace que lo recuerde más de lo que ya hago.

Fui la primera en llegar, así que me senté en una banca que estaba al frente del restaurante y esperar a que lleguen mis amigas.  Me dediqué a ver todo el restaurante, era muy grande y podías ver algunas cosas que habían adentro.  Siempre me ha encantado venir a comer aquí, pues cocinan muy rico.

A los minutos, mis amigas llegaron y nos saludamos para luego entrar a Nando's.

Escogimos ir al segundo piso para ver la ciudad, o bueno, eso es lo que dijeron mis amigas, pues a mi no me importaba mucho donde sentarme.

Cada una escogió lo que iba a comer, obviamente después de ver el menú.  Yo solo me pedí una ensalada, lo cual es raro en mi pero es que me sentía muy mareada que tenía ganas de vomitar.

- Así que cuenten que es de sus vidas.  Hace tiempo que no salimos - Sugirió Macy.

- Pues lo normal, sigo con Harry y estamos muy bien jeje.

- Yo igual con Zayn.

Y así fue como todas empezaron a hablar de lo bien que iban con sus novios, obviamente eso hizo que me sintiera peor.  Me dispuse a ver por la ventana a todas las personas que pasaban caminando por la vereda, ya sea en familia, en pareja o simplemente solos.  Es increíble como te puedes enterar de muchas cosas con tan solo verlas, o al menos darte una idea de lo que está pasando.

Seguía viendo las calles y estaba perdida en mis pensamientos cuando escucho que mis amigas me llaman por mi nombre.

- Em, ¿estás bien?

Negué con la cabeza.

- ¿Qué pasa?

Iba a explicarles cuando el mesero vino junto con nuestra comida, la cual se veía deliciosa pero para mi pésima suerte, sentía esas ganas de vomitar.

Cada una dio un probado de su comida para luego fijar sus miradas en mi, lo cual se me hizo un poco incómodo pero ya sabía que querían que les contara lo que me estaba sucediendo.

- Está bien, les contaré. Ustedes ya sabían lo que iba a hacer. Pues, después de clases, el viernes fue a recogerme y cuando me llevó a mi casa, no dije ni una palabra y él tampoco.  Cuando llegamos me dijo que quería preguntarme algo y dijo si me encontraba bien pues estaba algo cortante, ahí fue donde comencé todo.  Le dije que yo sólo soy un obstáculo en su vida, que no merece que se la arruine.  Le dije que salga con sus amigos como solía hacerlo antes al igual que pasar tiempo con su familia; que ya no hacía nada de esas cosas por pasar tiempo conmigo, en realidad la mayor parte del tiempo.  Y en verdad estoy agradecida por todas las cosas que él ha hecho por mi.  Hice esto porque creo que él merece algo mejor, algo o alguien que lo haga sentir vivo, no una simple chica con cáncer que quien sabe cuando va a morir, el cual es otro punto por el cual hice lo que hice. No quiero destrozarlo cuando el día llegue, sé que cuando ese día llegue sentiré el dolor que el tendrá, pues me pondré en su lugar y me imaginaré que el que esté en la camilla del hospital es él y no yo y ahí sabré que tan fuerte será el dolor que sentirá y eso es algo que no quiero que pase, no quiero que sufra por mi. La verdad es que me gustaría que se vuelva a enamorar y espero que lo haga, de verdad.

No sé en qué momento pasó, pero mis lágrimas caían sin parar, no había quien las detenga, era como estar llorando un mar.  Me sentía fatal, sentía que mi mundo se iba hacia abajo.  Por favor alguien que detenga el dolor que siento en este momento.

Mis amigas se acercaron a mi y me abrazaron, obviamente nos tuvimos que parar de nuestras sillas.  Éramos muchas, por lo que formamos un círculo en donde yo estaba en el centro mientras lloraba desconsoladamente.  Al separarnos, noté que todos las personas que se encontraban nos miraban raro.

Nos volvimos a sentar y comimos en silencio, bueno, en realidad solo yo.

Estaba comiendo cuando escucho una voz, la cual reconocería a metros de distancia. Niall.

Se encontraba junto a los demás chicos, hasta ahora no se han dado cuenta de que estábamos sentadas a una distancia corta de ellos.

- Ahí están los chicos - Señaló Vale.

Todas dirigieron sus miradas hacia ellos, los cuales seguían distraídos pensando en lo que iban a pedir para comer.  Yo solo quería desaparecer en este momento.

- Em - Me llamó Cami - Sé que no quieres verlo pero puede que en realidad los dos necesiten estar juntos y más en estos momentos.  Él obviamente te debe de extrañar y quiere pasar tiempo contigo, no lo apartes de tu lado.

Yo solo le di una pequeña sonrisa.

Escuché que varias sillas se movieron y cuando alcé la vista vi que eran los chicos dirigiéndose hacia nosotras.

- Hola chicas.  Han venido a almorzar.

- Obvio, para eso es un restaurante - Dijo bromeando mientras le daba un cálido beso a Harry.

Noté que Niall estaba incómodo al igual que yo, por lo que sólo bajé la mirada.

- ¿Podemos sentarnos con ustedes? - Preguntó Louis.

- Claro - Respondió Macy.

Liam Y Zayn agarraron una mesa y la trajeron hacia nosotras mientras que los demás trajeron seis sillas.  Yo solo quería irme.

Después de que los chicos pidieran su comida y se las trajeran, obviamente empezaron a comer al igual que nosotras.  Yo terminé de comer rápidamente y de mi billetera saqué dinero para dárselo a Cami.

- Toma el dinero.

- ¿Te vas a ir? - Me preguntó en un susurro.

- Sí, no soporto ver a Niall sin poder abrazarlo.  Tú me entiendes.

Me levanté de mi silla y dije me despedí de todos con solo decir que me iba.  Bajé las escaleras corriendo mientras las lágrimas caían.

Me subí al primer taxi que vi y al instante que arrancó, escuché a Niall gritar mi nombre.

Niall

Fuimos a Nando's a petición mía, pues hace tiempo que no voy allí desde que volví a ver a... a... a Emma, no la puedo olvidar.  A cada lugar que voy o cada cosa que recuerdo ella siempre está en ellos.

Llegamos a Nando's y subimos al segundo piso. Nos sentamos en una mesa cercana a las escaleras cuando escucho que Liam dice algo que no creí escuchar.

- Miren, ahí están las chicas - Señaló Liam una mesa cerca de la ventana en donde estaban ellas... ELLA... - Vamos a saludarlas.

Noté que ella tenía la mirada perdida, no prestaba atención a lo que las demás decían, la extraño demasiado.  No me di cuenta pero ya estábamos a su lado.

El almuerzo estuvo incómodo, o bueno, para mi lo estaba.  No podía evitar verla.  Como me gustaría abrazarla y besar sus labios y susurrarle al oído que siempre estaré con ella.

Ella sacó dinero de su billetera y se la dio a Cami.  Luego se levantó de su asiento y dijo que se tenía que ir.  Vi que bajó corriendo por las escaleras.

- Ya vengo chicos.

Bajé por las escaleras rápidamente mientras la buscaba con la mirada para saber si aún seguía en el restaurante, pero no estaba.  No puedo y no quiero perderla.

Al salir grité su nombre, pero no la vi.  Se había marchado.

Emma

Y eso es todo lo que hice. Además de llorar todo el día como si fuera un niño que le quitaron su dulce.  Lo amo demasiado. Estar sin él duele demasiado.

Pase lo que pase, siempre estaré contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora